El anuncio por parte del Ministerio de Salud de la resolución 0005-2022, que concede una extensión al 21 de febrero el plazo para presentar la tarjeta de vacunación con tres dosis, no cambió la agenda de los ciudadanos que ya se habían programado para inocularse este lunes con la dosis de refuerzo.
“Ya yo salí de eso. No me la había puesto porque el trabajo no me dejaba”, afirmó Ernesto Ventura al salir del puesto de vacunación en la Universidad Pedro Henríquez Ureña (Unphu).
“Por haraganería no lo había hecho”, argumentó Henry Betances.
Por su lado, Valentín Hidalgo entiende que la prórroga era necesaria “porque el tiempo no iba a dar para vacunar a todos”. “Yo vine a la buena de Dios. Mi esposa no quiere ponérsela, pero ella no sale de la casa. Yo soy vendedor y el que va a los bancos soy yo”, dijo Hidalgo mientras esperaba los 15 minutos reglamentarios tras la inoculación.
De acuerdo a Lady Jiménez, supervisora del puesto de la Unphu, el 95 % de la demanda de vacunas es de tercera dosis. Al momento de la visita, unas 15 personas estaban en fila y otras ocho estaban en el área de espera tras recibir la inyección.
En el puesto de vacunas ubicado en el Jardín Botánico Nacional reinaba un ambiente calmado donde unas 30 personas ya se habían vacunado pasadas las 10:30 de la mañana de este lunes.
César Acosta no fue con esa intención, sino, de sacar el registro de su motor en una estafeta justo al lado. Al ver que el servicio estaba rápido y sin fila, se animó a inocularse.
En cambio, Raulisa Mota, residente en Los Ríos, había pospuesto vacunarse con el refuerzo porque tuvo “efectos secundarios desagradables con las otras dos vacunas”.