Recomiendan un marco regulatorio y fomentar políticas públicas para la utilización responsable de la IA en las clases
Santo Domingo, RD
Pasa en las escuelas públicas de barrios marginados y también en prestigiosas universidades del país: el uso de asistentes virtuales como ChatGPT por los estudiantes es más frecuente de lo que se pudiera imaginar.
Esa realidad se presenta como un nuevo desafío para las academias y para el sistema educativo preuniversitario dominicano que de por sí figura en el ranking de los países con peores desempeños en matemáticas, lectura y ciencias, según la última prueba PISA.
Las posiciones frente al uso de la inteligencia artificial en el proceso de enseñanza no logran unificarse en un mismo criterio. Para algunos, la IA como también se le conoce, es una herramienta de apoyo y optimización mientras para otros puede llegar a convertirse en una peligrosa amenaza para el pensamiento crítico y creativo que se forja en las aulas.
En lo que sí coinciden docentes, estudiantes y autoridades del ámbito educativo consultados es que en la República Dominicana debe contar con una estrategia como país frente al uso de la inteligencia artificial en la educación, para impulsar políticas públicas claras que promuevan tanto su adopción responsable como su regulación ética.
Desde la óptica de Manuel Núñez, director del proyecto Libro Abierto del Ministerio de Educación (Minerd), se trata de herramientas que ya forman parte de la cultura de la generación actual de jóvenes, por lo que entiende no pueden ser aisladas ni desconectadas de las vidas y de las experiencias de ellos y “poco hacemos dándole la espalda”.
“El uso del ChatGPT es un reto, pero un reto inevitable, no es una situación que podamos aislar”, apunta.
Cuenta que por esa razón el Minerd ha integrado las herramientas de la inteligencia artificial en el proceso de enseñanza aprendizaje en sus manuales en línea y en la plataforma, con el objetivo de que sirvan de asistentes virtuales en la búsqueda de información y en el enriquecimiento de toda su experiencia de aprendizaje.
“Una vez que salen de las aulas, las pantallas van a seguir representando un reto y un desafío, por lo que nos resulta imposible excluirlas. Por eso lo ideal es asociarlas al proceso cuando sea necesario y hacer que los estudiantes las usen de un modo racional y que no se pierda el objetivo de la enseñanza aprendizaje”, puntualiza.
¿Cuándo el uso del chatbot se convierte en un problema?. Cuando se usa para sustituir la reflexión y tratar de evitar que el estudiante pueda desarrollar sus propias capacidades, dijo. De acuerdo con Núñez, primero hay que desalentar el uso del plagio y cuidar que el estudiante no elimine la reflexión.
El educador compara lo que está sucediendo con la IA con los tiempos de la introducción de las calculadoras que, según afirma, en muchos casos han llevado a que una generación de estudiantes desconozca la tabla de multiplicar, cómo sacar manualmente una raíz cuadrada o cómo resolver ecuaciones de segundo, primero y tercer grado.
Sin entrar en detalles de los resultados, sostuvo que el Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (Ideice) del Minerd “acaba de hacer una prueba en Puerto Plata, en la cual se verificó que algunos estudiantes presentaron respuestas del ChatGPT, como deberes propios que habían cumplido en la clase, lo cual evidentemente es una muestra de que es un problema detectado”.
Pero esta realidad no es propia de las escuelas y colegios. El uso de asistentes virtuales como el ChatGPT es muy frecuente en las universidades; y aunque cada vez gana más adeptos, aún se aprecia algo de resistencia en aquellos que lo ven como una especie de atentado a la producción humana.
Abdías Pérez, estudiante de término de Lengua y Literatura orientada a la Educación Secundaria, se resiste a usar Chatbot, y aunque admite que muchos de sus compañeros lo usan para delegarle tareas, lo ve como un ejercicio poco sincero que quita la satisfacción por lo creado. “Yo no lo uso, me gusta que sea mi trabajo lo que se vea, porque si lo uso, puedo sacar un cien, pero ese cien no lo saqué yo, prefiero sacar un 90 por mí”, expresa el joven que al momento de la entrevista recién terminaba de presentar su tesis y pronto se convertirá en un licenciado, egresado de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM).
Apreciación que no comparte del todo Cindy Morillo, estudiante de nuevo ingreso de Marketing Digital.
Abordada sobre su experiencia, precisa que ha incorporado el ChatGPT como un recurso a su favor para un mayor rendimiento y optimización del tiempo.“Yo sí lo utilizo, pero no para hacer el trabajo completo, sino para buscar información o pedir un resumen, yo sí lo veo como una herramienta que te puede facilitar”.
En tanto, para Johann Rotestan, estudiante de cuarto semestre de Licenciatura en Informática de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el chatbot ha venido a convertirse en una especie de profesor personalizado, específicamente para tareas complejas.
“Yo no entiendo que el ChatGPT me ha retrasado, al contrario, me ha ayudado aprender”, señala.
Los docentes también mantienen diferencias de opiniones frente al uso de la inteligencia artificial en las aulas; unos son más abiertos, otros ven el tema con gran preocupación. No obstante, el principio de la ética y la responsabilidad al tiempo de emplearla es algo en lo que todos los consultados asienten.
“Los maestros se dividen en dos. Los que dicen que es una herramienta y los que dicen que es un engaño. Entonces, yo creo que en mi experiencia la inteligencia artificial no ha colaborado a que el muchacho aprenda”, comentó Ibeth Guzmán, docente de profesión y miembro de la Academia Dominicana de la Lengua.
La también directora de la Escuela de Lenguas de la PUCMM destaca que en un principio era optimista, pero tras hacer varias prácticas en clases con sus estudiantes confirmó aun mas su temor.
Teme a que como van las cosas, la dependencia de la inteligencia artificial, sumada al perfeccionamiento de estas herramientas, el estudiante pierda por completo la capacidad de reconocer la voz humana en un texto literario, y es algo que ya ve en las aulas.
La maestra Sabine Mary de Juan, de Intec, es un poco más optimista al respecto, sin embargo reconoce que el uso del ChatGPT se convierte en un problema cuando su implementación o uso afecta negativamente la integridad académica, el aprendizaje genuino y la ética profesional.
También advierte que si los estudiantes se apoyan demasiado en la IA para responder preguntas o realizar tareas, pueden no desarrollar habilidades críticas como el análisis, la creatividad, y la resolución de problemas.
Pese a ello, enfatiza en que son muchos los beneficios que traen estas innovaciones. Sostiene que estas tecnologías facilitan el aprendizaje personalizado al adaptarse a las necesidades y niveles de los estudiantes, proporcionando respuestas y explicaciones en tiempo real que complementan la labor docente.
“Su capacidad para acceder a información actualizada y sintetizar datos de manera rápida fomenta la investigación autónoma y el aprendizaje continuo. En el ámbito de la enseñanza y la evaluación, los asistentes virtuales permiten la creación de actividades interactivas, simulaciones, y cuestionarios personalizados”, subrayó la coordinadora de la Licenciatura en Idiomas mención Inglés, de Intec.
Desde la perspectiva de Educa las herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT tienen un potencial transformador en el ámbito educativo.
Estas tecnologías pueden complementar el proceso de enseñanza al actuar como asistentes que proporcionan explicaciones adicionales, resuelven dudas en tiempo real y apoyan la personalización del aprendizaje según las necesidades del estudiante, destaca la Acción Empresarial por la Educación (Educa).
Sin embargo, la organización reconoce que han surgido preocupaciones sobre la dependencia excesiva de los estudiantes hacia estas herramientas, “lo que podría impactar negativamente en la capacidad para resolver problemas de manera autónoma”.
Además, sostiene que el sistema enfrenta dificultades para evaluar con precisión el aprendizaje auténtico de los estudiantes, ya que el acceso a herramientas como Chatgpt puede facilitar la resolución de tareas sin que el estudiante desarrolle las habilidades esperadas.
“Este desafío pone de manifiesto la necesidad de actualizar los métodos de evaluación y garantizar que los estudiantes sean valorados no solo por sus resultados, sino por su proceso de aprendizaje”, puntualiza el director ejecutivo de Educa, Darwin Caraballo.
Plantean educar sobre uso ético de la IA
Ante la realidad imparable del uso del ChatGPT en los estudiantes, surgen algunas recomendaciones.
Además de un marco regulatorio para su uso ético y responsable, Educa propone crear metodologías de evaluación que midan el pensamiento crítico y la comprensión profunda, en lugar de centrarse exclusivamente en respuestas correctas. Recomienda educar a los estudiantes sobre los límites éticos del uso de ChatGPT, con énfasis en su rol como una herramienta complementaria y no como un sustituto de su esfuerzo. En esa línea, la maestra Sabine Mary de Juan plantea incluir talleres sobre el funcionamiento y las limitaciones de herramientas de IA, para que los estudiantes comprendan su alcance y puedan integrarlas de manera efectiva en su campo profesional. Llama a formar a los docentes en el uso de herramientas como ChatGPT para que puedan integrarlas efectivamente en su enseñanza. En tanto, la docente y miembro de la Academia Dominicana de Lenguas, Ibeth Guzmán, propone un foro nacional donde participen las universidades, el Estado y los actores involucrados en la producción de conocimientos.
”Con IA puedo sacar un cien, pero ese cien no lo saqué yo, prefiero sacar un 90 por mí”. Abdías Pérez Estudiante de Lic. Lengua y Literatura |
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”Yo no entiendo que el ChatGPT me ha retrasado, al contrario, me ha ayudado a aprender”. Johann Rotestán Estudiante de LIc. en Informática |
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”La IA más que un desafío es una gran amenaza a la producción humana y a la originalidad del pensamiento”. Ibeth Guzmán Docente de Filosofía y Lenguas en PUCMM |
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”La integración de la IA en la educación debe estar guiada por principios de ética, personalización y adaptabilidad”. Sabine Mary de Juan Maestra de Idiomas en INTEC |