Suecia puso en marcha el lunes una innovadora ley que permite a los abuelos acogerse a un permiso parental retribuido para cuidar de sus nietos durante un máximo de tres meses del primer año de vida del niño.
La novedad se produce después de que el Parlamento sueco, el Riksdag, de 349 escaños, aprobara el pasado diciembre la propuesta del Gobierno sobre la transferencia de la prestación parental. Esto ocurre 50 años después de que el país escandinavo se convirtiera en el primero del mundo en introducir el permiso parental retribuido para los padres y no sólo para las madres.
Según la ley, los padres pueden transferir parte de su generosa prestación por permiso parental a los abuelos del niño. Una pareja de padres puede transferir un máximo de 45 días a otros, mientras que un progenitor soltero puede transferir 90 días, según la Agencia de la Seguridad Social, organismo gubernamental que administra el sistema de seguridad social.
Este país escandinavo de 10 millones de habitantes, conocido por su sistema de bienestar social financiado por los contribuyentes, ha construido a lo largo de generaciones una sociedad en la que se cuida a los ciudadanos desde la cuna hasta la tumba.
En Suecia, se tiene derecho a estar totalmente de baja laboral cuando nace un hijo. La prestación parental se abona durante 480 días, unos 16 meses, por hijo. De ellos, la compensación por 390 días se calcula en función de los ingresos íntegros de la persona, mientras que por los 90 días restantes se percibe una cantidad fija de 180 coronas (17 $) al día.
Además, en Suecia hay otras ventajas para los padres: también pueden trabajar con jornada reducida hasta que el niño cumpla 8 años, mientras que los empleados públicos pueden obtener esa reducción de jornada hasta que el niño cumpla 12 años.