El Gobierno dominicano envió al de Haití una nota diplomática “en los términos más enérgicos”, luego de que policías de ese país ingresaran el domingo pasado a territorio dominicano en la frontera norte, para dispersar un intercambio comercial entre mercaderes de ambas naciones.
Así lo informó este martes el ministro de Relaciones Exteriores dominicano, Roberto Álvarez, quien dijo esperar que un suceso como ese “no se vuelva a repetir». Álvarez declaró a medios que lo ocurrido es “inaceptable” y que así se lo han hecho saber las autoridades dominicanas a las haitianas.
El canciller, sin embargo, consideró que el Gobierno haitiano tiene una gran dificultad para controlar su territorio, por lo que no necesariamente el incidente del domingo haya sido avalado por sus autoridades, aunque estimó que el Gobierno de Haití sigue siendo responsable por ese tipo de acciones.
Altos mandos militares de República Dominicana confirmaron el lunes que policías haitianos ingresaron al país el domingo para dispersar un mercado informal entre dominicanos y haitianos en la frontera norte, lo que el presidente Luis Abinader calificó de “provocación».
El comandante general del Ejército de República Dominicana, mayor general Carlos Fernández, afirmó, durante la rueda de prensa semanal que celebra Abinader, que “entre seis y ocho policías haitianos o con uniformes de la Policía fronteriza de Haití” interrumpieron un mercado informal que realizaban comerciantes dominicanos y haitianos.
“Ellos llegaron y arrebataron las mercancías a los comerciantes haitianos y tan pronto el Ejército (dominicano) se presentó al lugar, estos policías (haitianos) se fueron a su territorio”, afirmó Fernández.
Tras la intervención del alto mando, Abinader calificó de “provocación” la actitud de los policías haitianos y reveló que el Gobierno dominicano, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, “está haciendo una nota diplomática de queja” a las autoridades haitianas.
República Dominicana y Haití mantienen tensas relaciones desde septiembre pasado cuando Abinader ordenó el cierre de la frontera por aire, de Marzo y tierra, para presionar al país fronterizo a detener los trabajos de construcción de un canal para la toma de aguas del río Dajabón o Masacre, división natural en el norte de ambas naciones.
Abinader también dispuso detener la emisión de visados a los haitianos y prohibió venderles materiales de construcción.
El jefe de Estado dominicano flexibilizó las medidas un mes después, bajo la condición de que cada haitiano que ingresara al país se sometiera al registro biométrico.
Haití, sin embargo, ha rechazado reanudar el mercado binacional que se celebraba cada lunes y viernes en Dajabón y ha rechazado detener la construcción del canal, que las autoridades dominicanas califican de “ilegal». Ambos países solicitaron la mediación de la Organización de Estados Americanos (OEA) que designó una comisión que evalúa la situación en torno al canal.