Los parisinos estaban llamados a votar sobre los patinetes de autoservicio, pero casi el 90 % de ellos votaron en contra el domingo 2 de abril, en una votación marcada por una bajísima participación: menos del 8 % de los electores inscritos.
«El voto de los patinetes es sin duda un éxito democrático», aplaudía el domingo por la tarde en Twitter el teniente de alcalde de París, Patrick Bloche, comentando una foto que mostraba una enorme cola ante el ayuntamiento del distrito XI. Al final, de los 1.3 millones de electores parisinos invitados a expresar su opinión sobre el futuro de estos patinetes de autoservicio, sólo acudieron unos 100,000. Es decir, una tasa de participación inferior al 8 %.
«Los parisinos han mostrado su profundo desinterés por la votación (…) organizada por Anne Hidalgo», se burló la derecha municipal en un comunicado. El concejal parisino Pierre-Yves Bournazel, del partido Horizontes, denunció «la falta de compromiso del ejecutivo municipal» con esta consulta.
Sin embargo, si los parisinos acudieron poco a las urnas, la elección de los que lo hicieron está clara. A la pregunta «A favor o en contra de los patinetes eléctricos de autoservicio en París«, ganó el «no» con el 89 % de los votos. Esto supone el fin de estos patinetes en la capital, ya que la alcaldesa Anne Hidalgo se ha comprometido a respetar el resultado de este referéndum consultivo, sea cual sea. Ella misma hizo campaña por el «no», subrayando que la supresión de estos patinetes reduciría las «molestias» en las aceras y calzadas de la capital.
Las empresas de patinetes denuncian la mala organización del referendo
Las tres empresas (Lime, Tier y Dott) lo intentaron todo para evitar ser desalojadas, temiendo que ello enviara una señal negativa a las ciudades medianas que dudan en autorizar este servicio. Esto incluye métodos controvertidos, como ofrecer un trayecto gratuito los domingos y recurrir a influencers en las redes sociales para movilizar a sus jóvenes clientes. «En toda legalidad», defendió Nicolas Gorse, director general de Dott, hablando en nombre de los tres operadores.
Advirtió de las consecuencias económicas de una prohibición, ya que los patinetes en París representan el 15 % del volumen de negocio de Dott, que emplea a 800 personas en la capital. La alcaldesa de París prometió el domingo por la noche «vigilar» el aspecto social de esta prohibición.
Los 15, 000 patinetes eléctricos puestos a disposición en la capital por tres operadores privados son acusados por sus detractores de ser abandonados en cualquier lugar del espacio público, de rebasar a toda velocidad a los peatones en las aceras y de tener una mala huella de carbono. Estos vehículos de dos ruedas -de autoservicio o no- estuvieron implicados en 408 accidentes en París en 2022, en los que murieron tres personas y 459 resultaron heridas, según las autoridades.
Tras darles la bienvenida en 2018, París se convertirá así en la única capital europea en prohibir completamente estos patinetes cuando finalicen los contratos de los tres operadores el 31 de agosto. «El 1 de septiembre, no habrá más patinetes de autoservicio en París», confirmó Anne Hidalgo al anunciar los resultados a la prensa.
Los operadores de patinetes, que lamentan que la votación sólo se haya organizado en una veintena de puntos de la capital, habían reclamado en vano el voto electrónico, más atractivo para los jóvenes, su principal clientela.