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AP
Un grupo de más de 110 cardenales acudió ayer, domingo, a la basílica de Santa María la Mayor de Roma para rendir homenaje al difunto papa Francisco y rezar ante la tumba en la que éste fue enterrado el sábado, mientras una multitud de fieles comenzó este domingo las visitas a su sepultura.
Los purpurados, que tras la muerte del papa el lunes 21 de abril han ido viajando al Vaticano para los preparativos del cónclave, entraron al templo después de que este domingo a primera hora abriera sus puertas para que el público visite el sepulcro.
Entre las 07-00 hora local (05-00 GMT) y primera hora de la tarde, al menos 30,000 personas habían acudido a la basílica para ver la tumba de Francisco, según el prefecto de Roma, Lamberto Giannini.
Más de 110 cardenales participaron en la liturgia de las segundas vísperas en el templo que acoge el sepulcro, que lleva la inscripción ‘Franciscus’ -su nombre en latín- y está hecho con mármol de Liguria, región italiana de la que procedían sus abuelos maternos. La ceremonia fue oficiada por el cardenal lituano Rolandas Makrickas, arcipreste coadjutor de la basílica, quién aseguró el pasado viernes que Francisco eligió en 2022 este templo como lugar de sepultura tras verse inspirado por la Virgen María.
Antes de comenzar la celebración, los cardenales rezaron en la capilla donde está enterrado Francisco, que custodia la imagen ‘Salus Populi Romani’, advocación mariana de la que era muy devoto y ante la que iba a orar a menudo, especialmente antes y después de sus viajes.
“Estamos tristes porque nos dejó, (pero) contentos de que esté en casa, y estamos comprometidos a seguir el camino que él nos marcó”, dijo en declaraciones posteriores a los medios el cardenal austríaco Christoph Schönborn.
Según la prensa italiana, en la basílica también estaba Carmela, una mujer que estaba entre aquellos que esperaban a Francisco el pasado 23 de marzo cuando salió del Hospital Gemelli de Roma -donde estuvo ingresado 38 días por sus graves problemas respiratorios- y a la que saludó desde el balcón al ver su ramo de flores amarillas.
Tras participar el sábado en el funeral del papa, los cardenales seguirán el lunes con las congregaciones generales, las reuniones preparativas del cónclave al que ya mañana podrían poner fecha, con la meta de que los purpurados localicen a un candidato y tejan alianzas para votar en la Capilla Sixtina. A las exequias de Francisco el sábado asistieron cerca de 220 cardenales.