Más de 100 países aprobaron una declaración en la que se pide a los gobiernos que intensifiquen sus esfuerzos para lograr una migración segura y ordenada, que tomen medidas contra el tráfico y la trata de seres humanos y garantías de que los migrantes sean respetados y reciban atención de salud y otros servicios.
La declaración de 13 páginas fue adoptada el viernes por consenso por los países miembros de la ONU que asistieron a una reunión de cuatro días para revisar el primer acuerdo internacional sobre migración. El Pacto Mundial fue aprobado por la Asamblea General de la ONU en diciembre de 2018 y los participantes en la reunión de esta semana recomendaron que el organismo mundial de 193 miembros también respalde la declaración del viernes en los próximos meses.
El presidente de la Asamblea, Abdulla Shahid, dijo que muchos migrantesabandonan sus países en busca de trabajo, mientras que otros se ven obligados a irse debido a la violencia, la pobreza, la degradación del medio ambiente y el cambio climático.
“Independientemente de sus circunstancias, la comunidad internacional tiene la responsabilidad de garantizar que se respeten los derechos humanos de todos los implicados”, declaró Shahid en una conferencia de prensa el viernes.
La declaración expresa su preocupación “por el hecho de que los avances logrados en la facilitación y el aprovechamiento de los beneficios de una migración segura, ordenada y regular son lentos y desiguales en muchas áreas” y subraya que “se necesitan mayores esfuerzos por parte de los Estados miembros para desarrollar respuestas nacionales ambiciosas para la aplicación del Pacto Mundial”.
Antonio Vitorino, director general de la Organización Internacional para las Migraciones, dijo en una conferencia de prensa antes de la adopción que hay varias áreas en las que se necesita “un impulso adicional” para hacer realidad la visión del Pacto Mundial: “el respeto de los derechos humanos, el acceso a los servicios básicos, las alternativas a la detención de los migrantes y, sobre todo, subrayo, salvar las vidas de los migrantes”.
La declaración afirma que hasta 281 millones de personas eran migrantes internacionales en 2020 en todo el mundo, de los cuales el 48 % eran mujeres y niñas y el 15 % eran menores de 20 años. Reconoce “el valor y la dignidad del trabajo de todos los trabajadores migrantes en todos los sectores” y señala que se transfirieron más de 751,000 millones de dólares en remesas, que son “una fuente crítica de apoyo para las familias y las comunidades”, a sus países de origen.