Salud
Los principales desafíos que impiden acceso a salud de calidad en las mujeres
Más de una veintena de especialistas latinoamericanos en materia de salud y de políticas públicas analizaron el panorama actual sobre problemáticas comunes en los sistemas sanitarios de sus países, el rol que ocupa la mujer como principal cuidadora del hogar y las inequidades en el sistema para un acceso equitativo a diagnósticos y tratamientos, dentro del marco del Roche Press Day: “Mujeres, salud e igualdad”.
Desde diagnósticos tardíos, cultura de patriarcado, hasta distribución inequitativa de medicamentos y recursos, son factores comprobados que se convierten en barreras para un acceso a sistemas de salud de calidad para las mujeres.
Para Candela Cabrera, directora de Géneros y Diversidad del Ministerio de Salud de Argentina, uno de los motores de arranque para trabajar sobre la transformación de las normas de género radica en empezar a cambiar la idea de que solo la mujer debe ocuparse de la salud sexual dentro de la pareja.
“La salud sexual y reproductiva va enfocada sobre las mujeres. ¿Por qué?”, cuestionaba Cabrera al analizar la perspectiva de género y el papel de la mujer en el desarrollo de políticas de salud.
La panelista planteó que mejorar la equidad en el acceso a la salud previene la violencia basada en género, e indicó que la política pública en Latinoamérica se debe enfocar en la crianza para aliviar la carga de las mujeres y garantizar sus derechos, con una mirada territorial, en la que superar la precarización del primer nivel de atención sea un objetivo claro, para que dicha normativa pueda ser más efectiva.
“Necesitamos cuidar a quienes cuidan”, agregó.
El sentir común de las panelistas fue destacar que los gobiernos están encaminados más al tratamiento y no a la prevención.
Pruebas tan sencillas como medición de la presión arterial, glucosa, proteína en la orina o sonografías y mamografías deberían estar al alcance de todas las mujeres sin necesidad de trasladarse a grandes ciudades, como sucede en muchas comunidades latinas.
Durante la disertación “Mujeres y política: La perspectiva de género y el papel de la mujer en el desarrollo de políticas de salud”, la costarricense Elizabeth Odio Benito, jueza de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, señaló que hay que combatir la invisibilidad de las mujeres, y destacó el ejemplo de que durante la pandemia por COVID-19 no se vio como prioridad que las mujeres se hicieran pruebas de citologías y mamografías.
“Están apareciendo muchas mujeres con diagnósticos tardíos de cáncer de mama porque dejaron de hacerse los exámenes”, indicó.
“A las mujeres nos costó que nos reconocieran nuestros derechos humanos. Hasta la Convención de Viena era una categoría aparte”, agregó la magistrada.
Odio Benito señaló que América Latina es el continente más desigual y África el más pobre.
“La lucha es larga y desalienta, pero no nos podemos rendir. Al hacernos dueñas de nuestros cuerpos, marcamos el principio del cambio”, concluyó.
Efectos del patriarcado
Por su parte, la exministra de Desarrollo e Inclusión Social de Perú, Liliana La Rosa, resaltó que “hay mujeres que no se hacen una mamografía o un papanicolau porque sus esposos les prohíben enseñar su cuerpo”.
“Eso es una realidad. Las personas que hemos tenido el privilegio de la educación nos olvidamos que la mayoría de mujeres viven sin que se protejan sus derechos, como el de la salud. Además, tenemos un sistema sanitario patriarcal, poco dependiente de la humanidad y del cuidado. Por ejemplo: en la historia clínica no se incluye el reporte de quiénes son las responsables del cuidado de sus familias. Además, en el mundo solo dos enfermeras han logrado ser ministras de salud, siendo ellas la columna vertebral del sistema sanitario”, afirmó La Rosa.
Asimismo, Carolina Goic, excandidata a la presidencia de Chile, instó en abordar la temática con perspectiva de 360 grados para generar cambios culturales y mejorar la vida de las mujeres.
Goic, quien es sobreviviente de cáncer, escribió la Ley Nacional del Cáncer, con miras a modificar el abordaje a la enfermedad desde protección laboral frente al despido en caso de diagnóstico, hasta cómo cambia esta enfermedad la dinámica familiar y el difícil acceso a tratamiento.
Un estudio publicado por el Foro Nacional de Cáncer de Chile indicó que el 55 % de las mujeres prefiere no someterse a pruebas diagnósticas por miedo a la detección de células malignas. Otras alegaron que les provoca ansiedad, vergüenza y algunas que no lo incluyen dentro de su rutina por falta de tiempo.
Aumentar la inversión
En su intervención sobre «Desigualdad de género en el acceso a la atención de la salud», la presidenta del Centro Global de Salud y Desarrollo (CGHD), Joanne Manrique, destacó que las barreras culturales y sociales impiden el acceso universal de las mujeres a una atención sanitaria adecuada.
“Estos obstáculos que enfrentó mi abuela hace 50 años aún están ahí. Necesitamos identificarlos y unirnos todos los actores para hacer frente en favor de la salud de las mujeres y entre todos buscar soluciones”. Asimismo, la experta dijo que existe la urgencia de sobrepasar tabúes, aumentar la inversión, mejorar el diagnóstico, y darles las herramientas a las mujeres (incluidos los medios financieros) para tener tratamientos oportunos.
La salud empieza por la prevención
El gerente general de Roche para Centro América y El Caribe, Álvaro Soto, conversó con Diario Libre y destacó que “trabajar la salud empieza desde la prevención y eso tiene mucho que ver con la educación y la forma de vida (buenos hábitos)de la persona”.
“En algún momento de nuestra vida todos vamos a tener una enfermedad, pero un diagnóstico temprano es la clave”, afirmó Soto.
Para ello es fundamental “definir bien políticas públicas que vayan a mejorar las condiciones de ese viaje y el impacto, no solo proteger, sino crear conciencia de las dificultades que está enfrentando la mujer, primero para alcanzar su propio cuido y su involucramiento para ayudar a movilizar (gobiernos)”.
Soto señaló que, en su país natal, Costa Rica, se reportaron 42 mil retrasos en mamografías a raíz de la pandemia, provocando que mujeres que pudieron ser atendidas en etapa temprana, llegaran a la atención médica en etapa tardía.
Solo esta situación evidenció que las políticas d esalud abarcan un conjunto de elementos, que en este caso incluye la voluntad de la mujer de examinarse, disponibilidad de mamógrafos en todas las regiones y radiólogos especializados que puedan leer los resultados y dar el diagnóstico.
Posteriormente, el acceso al tratamiento con rapidez y eficiencia.
En resumen, el Roche Press Day puntualizó que las mujeres y los hombres suelen tener necesidades, experiencias y expectativas diferentes; estas diferencias no son un inconveniente, sino una oportunidad para mejorar la asistencia sanitaria. En pocas palabras, los sistemas sanitarios equitativos conducen a mejores resultados sanitarios para todos.