Armando Medina era un joven saludable y con mucho talento cuando el 31 de octubre del 2020 formó parte una excursión a la Isla Saona para celebrar el cumpleaños de un amigo y su viaje a España en busca de mejor vida. No sabía que ese pasadía le marcaría la vida y que, tres años más tarde, le provocaría la muerte.
El venezolano de 34 años, dedicado a realizar tatuajes, bebió un ron que parecía normal. Al día siguiente se levantó con dolor de cabeza, por lo que pensó que era la resaca de la embriaguez, pero la realidad era que su cuerpo estaba envenado con metanol, ingerido en la bebida adulterada.
Su esposa Ainhoa Garate, también venezolana, contó que en ese momento en el tomó mucho «de un ron que no era conocido», dispensado por la touroperadora con la que contraron la excursión. Ella dijo que en la etiqueta decía «ron dominicano» y que tenía un sabor raro.
Es al segundo día, después de la excursión, que van al médico porque los síntomas eran mayores. Cuando lograron ingresarlo en una clínica convulsionó y entró en coma.
Luego que su caso se ventiló en los medios, las autoridades de Salud Pública asumieron los gastos médicos, mientras que a Ata Excursiones, la agencia que le vendió la excursión, le fue suspendida su licencia.
Sin embargo, ya el daño estaba hecho: el metanol dejó daños cerebrales y afectó el sistema nervioso, lo que dejó a Armando cuadripléjico. Hubo que hacerle una traqueotomía y alimentarlo por una sonda gástrica.
Desde entonces, vivió postrado en una cama. Su vida transcurría entre consultas y consultas, con diálisis y terapias. Mientras eso sucedía, en marzo del 2021, la familia de Armando denunció que la agencia volvió a vender pasadías con otro nombre. Se dijo que la oficina fue mudada de la Ciudad Colonial a la costa Este del país.
Una infección persistente
La pesadilla que vivió Armando y su familia finalizó este miércoles 24 de enero, cuando su esposa Ainhoa informó su deceso, debido a su «muy delicado estado de salud».
Su situación empeoró en la última semana, luego de presentar una «infección resistente a los medicamentos». A esa desdicha se le agrega que la madre de Armando también estaba ingresada por complicaciones de salud en Venezuela, según manifestó su fiel pareja en Instagram, la red social en la que acudió para narrar su batalla contra el mal y a la vez pedir ayuda con los gastos médicos.
La esposa siempre mantenía informada a la comunidad de más 42 mil seguidores en Instagram. Empresas y particulares aportaron su granito de arena en la salud de Armando, según su cronología de Instagram.
Auge de metanol durante la pandemia
Durante el 2020 y 2021, los años de la pandemia del COVID-19, la escasez de algunos productos llevó a productores clandestinos a usar metanol para fabricar alcohol adulterado. Este es un químico usado para la fabricación de detergentes que resulta letal en el organismo.
En esos dos años fallecieron casi 400 personas. La cifra de intoxicados por consumo de ron adulterado con metanol sumó más de 500.
Eso llevó al Gobierno a ejecutar operativos para desmantelar fábricas clandestinas. Además, sometieron a más de 70 personas y cerraron los negocios donde detectaron venta de alcohol adulterado.