Durante los últimos siete años, por no contar tiempo atrás, el sector financiero dominicano, principalmente la banca local, volcó su confianza en el desarrollo sostenible del turismo dominicano.
Este comportamiento hoy rinde sus frutos y, ya no solo el Banco Popular Dominicano (BPD), entidad líder del turismo dominicano, mantiene la firmeza de apoyar la construcción, remodelaciones de infraestructuras hoteleras, restaurantes en zonas turísticas, sino otras actividades complementarias que hace unos años se ha extendido hacia el Banco de Reservas y el Banco BHD, entre otros de manera más tímida comienzan a ver el impulso del sector en la economía.
El turismo es hoy un 15% de participación del producto interno bruto (PIB) dominicano, está presente en más de 80,000 habitaciones hoteleras, casi 900,000 empleos directos e indirectos y cada vez llegan nuevas rutas aéreas, y se instalan restaurantes y negocios colaterales a la actividad.
Esas inversiones en su mayoría extranjeras, están también ocupando muchos proyectos de dominicanos. La cartera de la entidad banaria con el sector pasó de US$1,204 millones en el 2022.
Banreservas está respaldando también inversiones en nuevos proyectos en Punta Cana, Cabo Rojo, Puerto Plata, Miches y Santo Domingo. Su portafolio de financiamiento en el turismo también ha aumentado significativamente.