La operación en Yenín, en Cisjordania ocupada, que dejó doce palestinos y un soldado israelí muertos, y provocó hostilidades en la Franja de Gaza, terminó este miércoles, según anunció el ejército de Israel.
Una portavoz militar israelí afirmó que «la operación está oficialmente terminada y los soldados han dejado la zona de Yenín», en el norte de Cisjordania. Según la fuente, sus tropas empezaron la retirada el martes por la noche.
Este operativo, el más importante en años acometido en este territorio ocupado por Israel desde 1967, había iniciado el lunes, con el despliegue de cientos de soldados, drones y excavadoras del ejército.
Doce palestinos y un soldado israelí fallecieron durante el asalto al campo de refugiados de Yenín, una ciudad bastión de grupos armados palestinos, que es blanco recurrente de operaciones israelíes.
Recientemente, el norte de Cisjordania ha sido escenario de una ola de ataques contra israelíes y de violencia contra los palestinos por parte de los colonos.
La redada desencadenó un intercambio de hostilidades en Gaza, desde donde se lanzaron cinco cohetes sobre Israel que fueron interceptados por las fuerzas armadas, dijo el ejército el miércoles.
En respuesta a esta acción, «aviones de combate atacaron una fábrica subterránea de producción de armas usada por la organización terrorista Hamás y una planta de fabricación de materias primeras para cohetes», explicó el ejército israelí.
Una fuente de seguridad palestina dijo de su lado que el ataque impactó un centro militar del movimiento palestino Hamás, en el poder en Gaza, sin provocar heridos.
En la víspera, un atropello múltiple en Tel Aviv provocó siete heridos, un ataque celebrado por Hamás como «una primera respuesta a los crímenes cometidos contra nuestro pueblo en el campo de Yenín».
La ministra palestina de Sanidad, Mai al Kaila, dijo el martes por la noche que la operación israelí era una «agresión que desafía las leyes internacionales». El ejército reveló que en el operativo en el campamento de Yenín encontró escondites de militantes, depósitos de armas y un reducto subterráneo usado para almacenar explosivos.
Asimismo, indicó que se desmantelaron seis sitios de fabricación de explosivos y confiscaron gran cantidad de armas.
Por su parte, el primer ministro derechista Benjamin Netanyahu dijo en una visita el martes: «Actuaremos tanto tiempo como sea necesario para erradicar el terrorismo»… «No permitiremos que Yenín se convierta en refugio para el terrorismo», añadió el dirigente, al frente de una coalición integrada por ultraortodoxos y la extrema derecha.
El ministerio palestino de Salud dijo que 12 palestinos murieron en el operativo y 100 resultaron heridos, 20 de ellos en estado grave.
Los combates también provocaron el exilio el lunes por la noche de «alrededor de 3,000» habitantes del campo, donde viven unos 18.000 palestinos, dijo el gobernador adjunto de Yenín, Kamal Abu al Roub.
«Todas las opciones están sobre la mesa para golpear al enemigo», advirtió el grupo palestino Yihad Islámica. El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, denunció una operación israelí «brutal».
Por su parte, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, reclamó que cese la violencia en Israel y en Cisjordania, en aumento en los últimos meses. Desde comienzos de año, la violencia asociada a este conflicto dejó al menos 190 palestinos muertos, 26 israelíes, una ucraniana y un italiano.