Hungría anunció este miércoles que limitará, a partir de febrero, el precio de seis productos alimentarios básicos para luchar contra una inflación récord.
«Hemos decidido intervenir para limitar los precios del azúcar blanquilla, la harina de trigo, el aceite de girasol, las piernas de cerdo, los filetes de pollo y la leche semidesnatada», declaró el primer ministro húngaro, Viktor Orban, de talante soberanista, en un video difundido en su página de Facebook.
«Eso significa que, en todas las tiendas, [los precios de esos productos] deberán recuperar su nivel del 15 de octubre de 2021», precisó al término de una reunión de su gabinete, afirmando que pretende «proteger a las familias».
La inflación de Hungría, un país que pertenece a la Unión Europea pero no a la Zona Euro, alcanzó en noviembre su nivel más alto en 15 años, un 7,4% interanual, impulsada por el aumento de los precios de la energía en toda Europa.
Ese mismo mes, según Eurostat, la oficina europea de estadísticas, la inflación interanual en la eurozona fue del 4,9%, y en diciembre, del 5%, su nivel más elevado en los últimos 25 años.
En otoño, el gobierno húngaro ya decidió limitar los precios del combustible, para que el litro no costase más de 480 florines (1,35 euros, 1,54 dólares) en surtidor.
Los anuncios llegaron a pocos meses de las legislativas del 3 de abril, en las que Orban se enfrentará a una oposición unida por primera vez. El polémico dirigente, en el poder desde 2010, prevé presentarse para un cuarto mandato consecutivo.