Dajabón.- Ciudadanos haitianos que continúan en masas abandonando la República Dominicana culparon al gobierno de Haití de ser responsable de la crisis generada por la construcción de un canal en el río Masacre, ya que no toma una decisión contundente y responsable al respecto.
Julie Dorcevil, quien se definió como miembro del Comité de los Derechos Humanos en Cabo Haitiano, dijo que el canal es una verdadera porquería y que lo que ha ocurrido es que en su país no hay un gobierno para tomar medidas que corrijan los problemas.
“Tenemos que marcharnos de Santo Domingo con mucho dolor porque vivimos y trabajamos aquí, esperamos que la crisis pase pronto”, dijo el activista.
Mientras que Vitoli Lemosín sostuvo que los dos pueblos, haitiano y dominicano, son uno, por lo que no ve la necesidad de que se esté agrandando el conflicto por la falta de decisiones que pueden tomarlas juntos los gobernantes.
Vitoli Lemosín, trabajador de la construcción en el territorio dominicano
Cientos se marcharon este lunes hacia Haití
Este lunes cientos de haitianos indocumentados, con visas y carné, continuaron llegando al paso fronterizo de Dajabón, donde en dos horarios, mañana y tarde, se les permite llegar a su territorio, formados en largas filas, con bultos, niños en brazos y bajo vigilancia de los miembros del Ejército dominicano que mantienen acordonada la frontera.
El área se encuentra militarizada para hacer cumplir el mandato del presidente Abinader de mantener cerrada la frontera, debido al impase surgido tras la continuidad de la construcción del canal que desviará agua del río Masacre en la franja limítrofe hacia sus terrenos en Juana Méndez.
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La situación es de tensión entre ellos ya que dicen que huyen de República Dominicana por temor a que se produzcan hechos violentos de represalia en su contra.
La presencia masiva de esos extranjeros que deciden voluntariamente abandonar el país se incrementó luego de que el gobierno dominicano dispusiera del cierre total de las fronteras por aire, mar y tierra.
La decisión se produce por el conflicto que ha desatado la construcción de un canal unilateral que construyen sectores políticos haitianos, para desviar agua del río Masacre hacia terrenos agrícolas en la comunidad Juana Méndez, al noreste de Haití, afectando la producción arrocera y la Laguna Saladillo.