La falta de actividad física provocará que en ocho años 500 millones de personas más en el mundo sufran de enfermedades crónicas, como cáncer, diabetes o hipertensión, así como depresión, cuyo tratamiento costará 27,000 millones de dólares anuales, según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El informe, que también se publica en la revista especializada The Lancet, pide a los gobiernos «actuar con urgencia» para promover el ejercicio físico en la población, no sólo por sus beneficios individuales, sino también sociales y económicos, ya que en una década podrían ahorrarse hasta 300,000 millones de dólares.
Con ese dinero «podría formarse a un millón de médicos», destacó en una rueda de prensa la jefa de la Unidad de Actividades Físicas de la OMS, Fiona Bull.
Si de lo contrario se mantienen las coyunturas actuales, el estudio teme que la falta de ejercicio contribuya a 215 millones más de enfermos de depresión o ansiedad, 234 millones más de hipertensos, 3.4 millones más de enfermos de cáncer y 6.6 millones más de ataques cardíacos.
Los autores del estudio también prevén 11.2 millones más de afectados por diabetes tipo 2, 12.5 millones más de enfermos por afecciones coronarias, y un aumento de la demencia en 15.2 millones más de pacientes.
El informe analiza las actuales políticas de estímulo del ejercicio físico en 194 países y concluye que el progreso es demasiado lento, con sólo un 50 % de ellos dotados de este tipo de programas (y de éstos, menos del 40 % funcionan realmente).
Sólo un 40 % de los países estudiados tienen redes viales que ofrecen seguridad a los ciclistas o facilitan el ejercicio físico en lugares públicos. En un 28 % de casos, las políticas nacionales para estimular la actividad física tienen problemas de financiación.
Algo más de la mitad de los países han desarrollado campañas de concienciación para aumentar el ejercicio físico o han organizado eventos masivos en ese sentido durante los dos últimos años, aunque la pandemia de Covid paralizó muchas de esas iniciativas.
El 27 % de adultos en el mundo no hace los 150 minutos semanales de ejercicio recomendados por la OMS, y este porcentaje aumenta al 31 % en las mujeres, mientras que baja al 25 % en hombres.
«Aunque la situación mejora, es más frecuente que niños y hombres se involucren en deportes y actividades en el exterior, mientras que las mujeres lo tienen más difícil para mantenerse activas físicamente», comentó la especialista de la OMS Juana Willumsen.
También pesan las barreras culturales, que hacen que Oriente Medio sea una de las regiones donde la brecha entre sexos sea mayor, aunque ésta también es grande en Latinoamérica, donde un 34 % de hombres no realiza la actividad física recomendada mientras que el porcentaje en mujeres sube al 43.7 %.
En la rueda de prensa se citó a Finlandia como unos países modelo en política de promoción del ejercicio: «En él la coordinación, el seguimiento, los recursos financieros y los programas de implantación en escuelas y redes sanitarios están realmente mostrando resultados», afirmó Bull.