Los familiares de la pareja asesinada a machetazos por el caníbal Austin Harrouff, en 2016, en Florida, consideraron que no sentenciar a cárcel al convicto se debe a que es un chico rico y blanco.
Austin Harrouff, de 25 años, fue enviado a un hospital psiquiátrico el lunes luego de un juez le diera paso a un acuerdo de culpabilidad aceptando que no estaba en su sano juicio cuando mató a John Stevens, de 59, y a su esposa, Michelle Mischon Stevens, de 53, en Jupiter.
Sin embargo, el argumento legal no convence a los parientes de las víctimas, quienes consideran que al convicto le aplicó el privilegio de ser blanco al momento de evaluar su caso. Plantean además que el asesino era un adicto a las drogas que sabía lo que estaba haciendo.
“Aquí estamos nosotros abriendo las puertas de la prisión a un doble homicida. Cuatro palabras vienen a mi mente: justicia a niño rico blanco“, dijo Cindy Mischon, hermana de Michelle, en su mensaje en Corte tras el veredicto.
Harrouff tenía 16 años cuando fue sorprendido en la cochera de la casa de las víctimas masticando la cara de John luego de atacar a ambos con un machete, detalla el reporte de Daily Mail.
Harrouff alegó que no puede recordar los detalles de los asesinatos, pero que creía que Dios y los demonios le estaban hablando mientras atacaba a la pareja. Tanto él como sus padres sostienen que pasaba por una crisis mental al momento del incidente.
Inicialmente, el joven fue acusado de cometer los crímenes mientras se encontraba en un viaje de la droga sintética “Flakka” y sales de baño. Pero los resultados de pruebas toxicológicas solo detectaron rastros de marihuana y medicamentos con receta médica en su cuerpo.
Otra pariente, identificada como Cindy Mishcon, planteó que al convicto no le importa nadie más que sí mismo y que la única víctima que ven tanto Harrouff como su familia es él.
“¿Realmente es tan difícil entender que eres un asesino a sangre fría y no una víctima?”, cuestionó la mujer.
“Yo me pregunto, ¿por qué nosotros estamos aquí hoy?”, argumentó Mishcon. “¿Por qué no hay juicio?” “¿Por qué a mi familia se le negó justicia?”, añadió.
El alegato de insanidad fue aceptado por el juez de circuito del condado Martin, Sherwood Bauer.
La decisión establece que Harrouff sería involuntariamente comprometido a la custodia del Departamento de Niños y Familia para ser ubicado en una instalación de salud mental.
Dos expertos en salud mental, uno contratado por la defensa y otro por los fiscales, que examinaron al acusado determinaron que este sufrió un episodio sicótico durante el ataque en el que, supuestamente, no pudo distinguir entre el bien y el mal. El presunto trastornado pensaba que era mitad perro, mitad hombre al momento en que la emprendió contra las víctimas.
Harrouff era estudiante en Florida State University cuando mató a la pareja y apuñaló a un vecino que llegó a socorrerlos.