La agencia de calificación de riesgo estadounidense S&P Global Mobility ha pronosticado una drástica disminución de la producción mundial de vehículos ligeros, según un comunicado difundido este miércoles por Business Wire.
Concretamente, la empresa ha rebajado su pronóstico de producción global de automóviles para 2022 y 2023, señalando que habrá 5,2 millones de unidades menos entre esos dos años. De este modo, estima que se fabricarán 81,6 millones de vehículos durante el presente año y 88,5 millones para el año que viene.
«El conflicto en Ucrania expone una vez más la fragilidad de la economía mundial y de las cadenas de suministro automotriz», reza el texto. Esta crisis y «las severas sanciones contra Rusia ya están teniendo un efecto grave en los precios de la energía, las materias primas y los productos agrícolas», añade la agencia.
Desafíos logísticos
Asimismo, indica que también se ha registrado una interrupción de la cadena de suministro automotriz debido a los desafíos logísticos y las suspensiones de producción relacionadas con las operaciones en la frontera occidental de Ucrania.
«El riesgo a la baja es enorme«, advirtió Mark Fulthorpe, director ejecutivo de pronósticos de producción global en S&P Global Mobility. En este sentido, agregó que en el peor de los casos podrían darse reducciones de hasta cuatro millones de unidades para este año y el próximo.
Por otro lado, el comunicado señala que la repentina pérdida de confianza económica debido a los altos precios del petróleo y las materias primas, la debilidad de los mercados de valores y el endurecimiento de las tasas de interés está frenando la demanda.
¿Qué más influye?
«La cadena de suministro seguirá marcando el límite máximo para la venta de unidades de vehículos a medio plazo», continúa, detallando que los puntos clave que afectan a los niveles de producción son el suministro de materiales semiconductores —especialmente el neón ucraniano y el paladio ruso— y el suministro de cableados eléctricos.
Se estima que los proveedores de Ucrania controlan casi la mitad del suministro de neón de alta pureza para la industria de semiconductores, mientras que Rusia produce el 40 % del palacio mundial, del cual cerca de dos tercios se utiliza en vehículos.
A esto se le suma el hecho de que los casos de covid-19 en China han llegado a su pico desde el inicio de la pandemia, lo que está provocando cierres de plantas en los centros de fabricación de semiconductores ubicados en Shenzen y Changchun.