Investigadores de la Universidad de Tel Aviv buscan acabar con la parálisis crónica y retornar la movilidad a personas que la perdieron con el diseño de implantes de médula espinal humana que ya han insertado en modelos animales con buenos resultados, lo que marca un primer «avance científico» en el ámbito.
El estudio, revisado por pares y publicado hoy en la revista científica Advanced Science, se ha centrado en la elaboración de tejidos funcionales de médula humana con materiales y células humanas que se implantaron en modelos de laboratorio con parálisis crónica, lo que restauró su «capacidad de caminar en el 80% de las pruebas», informó la Universidad de Tel Aviv en un comunicado.
«Los animales modelo experimentaron una rápida rehabilitación, al final de la cual pudieron caminar bastante bien», valora Tal Dvir, director de la investigación, realizada por científicos del Centro Sagol de Biotecnología Regenerativa de la Universidad de Tel Aviv.
Según explica, la tecnología usada se ha basado en «tomar una pequeña biopsia del tejido adiposo del vientre del paciente», que cuenta con «células junto con una matriz extracelular».
Después, las células se separan, se procesan con ingeniería genética para ser reprogramadas y reconvertidas en algo «parecido a las células madre embrionarias», capaces de «convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo».
De la matriz extracelular se produce un «hidrogel personalizado» al que se encapsulan las células madre, «en un proceso que imita el desarrollo embrionario de la médula espinal», el cual convierte las células «en implantes 3D de redes neuronales con neuronas motoras».
Entonces, los implantes se insertan en animales de laboratorio, divididos entre paralizados recientemente y aquellos sin movilidad desde hace mucho tiempo, equivalente a un año en términos humanos.
Tras la implantación, el 100% de los modelos de laboratorio con parálisis reciente y el 80% con parálisis crónica recuperaron la capacidad de caminar, remarca Dvir.
Tras este avance, los investigadores se preparan para la próxima fase del estudio, centrada en ensayos clínicos a pacientes humanos con parálisis, a los que se quiere diseñar implantes de médula espinal personalizados para reparar tejidos dañados por una lesión.
El reto será hacerlo sin que haya «riesgo de rechazo del implante», con la meta de que aquellos que perdieron la movilidad puedan volver «a ponerse en pie y caminar de nuevo».