Nueva York, EEUU (EFE).- Un centenar largo de grandes empresarios de Nueva York han firmado una carta conjunta en la que piden al Gobierno federal y a las cámaras legislativas que aceleren la regularización de los inmigrantes, que solo en Nueva York suman ya más de 100.000 llegados en quince meses.
Lo hacen en una carta conjunta firmada en nombre de «la comunidad de negocios de Nueva York», a la que se han adherido ya 136 directivos de grandes entidades de la banca, consultoras y finanzas, principalmente, aunque también aparecen nombres de la industria del espectáculo, seguros, informática y construcción.
Entre los firmantes se encuentran los directores ejecutivos de compañías como Pfizer, BlackRock o Wells Fargo, entre otras.
La idea central es que «hay escasez de trabajadores en muchas industrias de país, en las que los empleadores están dispuestos a ofrecer trabajo a personas con permisos de trabajo», y al mismo tiempo «una necesidad apremiante de acelerar el proceso de solicitud de asilo y permisos de trabajo para los (inmigrantes) que reúnan los requisitos», escriben los empresarios.
La incapacidad de conjugar ambas necesidades -las de las empresas y las de los inmigrantes- ha conducido a que «se sobrecarguen los recursos no solo de la región fronteriza (con México) sino también de ciudades y estados a lo largo de toda la nación», recuerdan.
Esta es la primera vez en que las grandes empresas se pronuncian sobre la crisis migratoria, y no es con un mensaje restrictivo, sino recordando que una agilización de los procesos administrativos irá en beneficio del sector empresarial.
Por ello, piden al presidente Biden y al Congreso «tomar acción inmediata para controlar mejor la frontera y el proceso de asilo, y aliviar a las ciudades y estados que están soportando las cargas que suponen el flujo de demandantes de asilo».
El mensaje de los empresarios coincide punto por punto con el que llevan proponiendo desde hace meses el alcalde de Nueva York, Eric Adams, y la gobernadora del estado, Kathy Hochul, que han reclamado mayor implicación de Washington en una crisis calificada ya de «emergencia humanitaria».
Sin embargo, no parece fácil que se tomen decisiones políticas favorables a los inmigrantes ahora que se acerca un año electoral y cuando los republicados han hecho del control migratorio uno de los caballos de batalla contra Biden.