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Elon Musk toma el control de Twitter y cancela a tres altos ejecutivos
Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, tomó este jueves el control de Twitter tras haber concluido la compra de la red social por 44,000 millones de dólares, según varios medios especializados de Estados Unidos.
Tras meses de culebrón, el hombre más rico del mundo despidió inmediatamente al director ejecutivo, Parag Agrawal, así como al director financiero, Ned Segal, y a la encargada de asuntos jurídicos, Vijaya Gadde, según The Washington Post.
Twitter no respondió de inmediato a una solicitud de la AFP al respecto.
Musk tenía hasta el viernes para cerrar la compra de la red social, de lo contrario se habría celebrado un juicio en noviembre.
La operación se alargaba desde que lanzó una oferta de compra por 44,000 millones de dólares a finales de abril, que Twitter aceptó a regañadientes.
El multimillonario trató luego de revertir el acuerdo de manera unilateral a principios de julio, acusando a la empresa de haberle mentido, pero el consejo de administración de la red social llevó el asunto ante los tribunales.
Hasta que las señales de que la operación estaba finalmente en curso se multiplicaron a lo largo de la semana.
El hombre más rico del mundo concurrió por ejemplo a la sede de la empresa el miércoles, y en su perfil de Twitter cambió su presentación a «Chief Twit», una ironía ya que «twit» quiere decir «cretino» en inglés.
Además, el New York Stock Exchange, la bolsa donde cotiza Twitter, indicó que la acción de la plataforma sería suspendida de las transacciones el viernes antes de la apertura de la sesión.
Futuro de la civilización
Musk trató de tranquilizar a los anunciantes al asegurar el jueves que quiere permitir las expresiones de todas las opiniones en la red social, sin hacer de ella una plataforma «infernal» en la que todo estará permitido.
«Es importante para el futuro de la civilización tener un espacio público en línea en el que una gran variedad de opiniones puedan debatir de manera sana, sin recurrir a la violencia», escribió en un mensaje destinado a las marcas, que proveen la mayoría de los ingresos de Twitter.
Autodesignado adalid de la libertad de expresión, ha indicado que piensa flexibilizar la moderación de contenidos, alimentando los temores sobre un aumento de abusos y desinformación en la plataforma.
Abrió, entre otras cosas, la puerta a un regreso del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, vetado tras el asalto al Capitolio por parte de sus seguidores en 2021.
Una postura que causa rechazo entre ciertos anunciantes que suelen preferir ver asociadas sus publicidades a contenidos moderados.
En su mensaje, Musk afirmó que no busca «hacer dinero» con esta compra sino «tratar de ayudar a la humanidad». «Además de respetar las leyes, nuestra plataforma debe ser acogedora para todos», sostuvo.
En términos comerciales, el empresario sostiene que es esencial para la empresa mostrar publicidades que correspondan a las «necesidades» de los internautas.
Salidas voluntarias
Musk también quiere reforzar la lucha contra los spams e hizo referencias crípticas a «X», su visión de una aplicación global que incluya mensajería, redes sociales, servicios financieros… como lo hace WeChat en China.
Tras la compra, «la cultura de la empresa podría cambiar en profundidad, y rápidamente», resaltó Adam Badawi, profesor de derecho en la universidad de Berkeley.
Según un artículo del Washington Post de la semana pasada, Musk informó a inversionistas que esperaba, a largo plazo, despedir al 75% de los 7.500 empleados de Twitter.
Eso fue un golpe para mucha gente», declaró bajo anonimato uno de los empleados a la AFP.
Según cifras internas de la compañía, más de 700 empleados ya han dejado el grupo californiano desde junio. «Son más bien salidas voluntarias, bien sea por razones éticas, o por razones puramente financieras. Porque una empresa que no cotiza es menos interesante», indicó, en referencia al interés de Musk por sacar a Twitter de la bolsa de valores.
El multimillonario declaró a principios de mes que es «esencial» que otra de sus empresas, Tesla, cotice en Wall Street, «porque si al público no le gusta lo que hace Tesla, el público puede comprar acciones y votar de manera distinta».
«Es muy importante que no pueda solamente hacer lo que yo quiero», agregó entre risas.