Los migrantes haitianos se enfrentan a la discriminación y la xenofobia en la región (FUENTE EXTERNA)
El tráfico de migrantes en Haití se ha convertido en un negocio lucrativo facilitado por diversos agentes de ese país y extranjeros, según el informe del panel de expertos de las Organizaciones de las Naciones Unidas (ONU) que estuvo en ese país.
Indica que entre los agentes involucrados en el tráfico de migrantes están incluidos traficantes, funcionarios corruptos en los procesos de pasaportes y visados, oficiales de inmigración, agentes de viajes, operadores de vuelos chárter y fabricantes de buques.
El panel visitó México, Estados Unidos, República Dominicana y Port-de-Paix, en Haití, para entender el impacto de la crisis haitiana en los migrantes y refugiados, y dialogó con migrantes haitianos, miembros de la diáspora, funcionarios del Gobierno, organismos internacionales y ONG locales para recabar opiniones.
Durante su visita a Port-de-Paix, indica en el informe de 160 páginas, que el panel observó astilleros improvisados en los que se estaban construyendo buques para transportar migrantes a las Bahamas y los Estados Unidos.
«Los barcos cuestan entre 25,000 y 50,000 dólares y se tarda unos tres meses en construirlos. Pese a que los buques suelen tener capacidad para unas 20 personas, a menudo llevan a 80 o 100, y a veces más, lo que conlleva unas condiciones inhumanas y hace que vuelquen», establece el documento.
El costo por pasajero varía entre mil y 3,000 dólares, y el viaje a los Estados Unidos dura hasta una semana, si tiene éxito.
Agrega que los migrantes haitianos se enfrentan a la discriminación y la xenofobia en la región por razón de su etnia y su idioma, y por estar indocumentados.
«La falta de sistemas de apoyo completos los expone a condiciones duras, lo que aumenta su vulnerabilidad a la explotación laboral y las organizaciones delictivas.
Violencia sexual y de género
El Panel concluyó que la violencia sexual y de género en Haití forma parte de una estructura sistémica de patriarcado y desigualdad y que la misma se manifiesta en el acceso limitado de las mujeres a la educación, a las oportunidades económicas y a la participación en el sistema de gobierno, y se basa en normas culturales y en una historia de dominio masculino.
«Aunque las mujeres y las niñas son las principales víctimas, también se ataca a los niños y los jóvenes, aunque en menor medida», puntualiza.
El Panel obtuvo información de que personas de la comunidad lesbiana, gay, bisexual, transgénero, queer e intersexual también han sido atacadas.
Dijo que su mayoría, los delitos relacionados con la violencia sexual y de género siguen sin denunciarse suficientemente debido al estigma, el miedo a las represalias y el escaso acceso a servicios esenciales y que la prevalente inexistencia del estado de derecho y la impunidad rampante agravan aún más el problema.
«Es difícil obtener datos exactos sobre los incidentes de violación ya que se denuncian muchos menos casos de los que se cometen y los métodos de recopilación de datos de las distintas organizaciones varían. Por ejemplo, mientras que la unidad de la policía nacional contra los delitos sexuales informó de 15 casos en 2021, 16 en 2022 y 9 en 2023 (hasta junio), las organizaciones locales denuncian decenas de casos cada mes», resaltó.
El Panel se reunió con víctimas, agentes humanitarios y analistas para entender la dinámica de la situación. Entre marzo y mayo de 2023, 49 mujeres fueron víctimas de violaciones colectivas perpetradas en la zona de Dèyè Mi, perteneciente a Brooklyn, Cité Soleil.
Las fuentes indicaron que la mayoría de los abusos perpetrados eran miembros de la banda Terre Noire.
«Los miembros de las bandas cometieron 18 violaciones colectivas y 15 violaciones individuales, incluida una contra un varón. Además, 49 personas resultaron muertas, 46 resultaron heridas y 12 fueron víctimas de desapariciones forzadas», detalla.
El Panel también se reunió con 15 víctimas de violaciones y descubrió que, en marzo pasado, una madre joven fue secuestrada por miembros de la banda Terre Noire y violada por tres de ellos.
En otro caso, una joven de la zona de Brooklyn describió cómo fue agredida sexualmente por cuatro miembros de la banda Terre Noire y contrajo el VIH.
El 10 de julio de este mismo año, seis miembros de la banda Kokorat San Ras de Lacroix Périsse (l’Estère) agredieron a una niña de 17 años que iba en un autobús en dirección a Gonaives, que la banda había secuestrado.
El Panel también detectó violaciones cometidas por las bandas de Izo, Ti Lapli, Vitelhomme, Lanmo San Jou, Luckson Elan y Jeff Canaan.
