El PLD ha sido el más afectado con las renuncias

Diputado Bolívar Valera (Foto de archivo)

SANTO DOMINGO.-Al igual que como le ocurre al partido gobernante, que obtiene un inusitado apoyo de parte de organizaciones que previamente le adversaban, algo similar pero en sentido contrario, sufre la entidad política que pierde las riendas del Estado en una suerte de trasiego de fidelidades y de visión sobre el desarrollo social.

La Cámara de Diputados ha tenido en los últimos tres años una recomposición permanente fruto de renuncias a las bancadas de partidos que les llevaron a la posición.

Nombres como el de Carlos Sánchez, Bolívar Valera, Fabiana Tapia y María Suárez figuran entre los diputados que, saliendo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), se juramentaron posteriormente en el Revolucionario Moderno (PRM).

La original

En los resultados electorales suministrados por la Junta Central Electoral (JCE) se databa que el PLD, junto a sus aliados, había logrado 73 diputados y el Partido Revolucionario Moderno (PRM) 91 a la vez que otras fuerzas políticas tradicionales se quedaban cortas de resultados, como el Partido Revolucionario Dominicano, con solo tres diputados.

Esas cifras cambiaron. En la actualidad el PRM cuenta con 99 diputados, el PLD con 56 legisladores en la cámara baja y la Fuerza del Pueblo con dieciocho curules.

José Benedicto Hernández, diputado de Santiago, también abandonó las filas del PLD y pasó a formar parte de Justicia Social, que preside Julio César Valentín; el Revolucionario Dominicano perdió a Fiordaliza Peguero y Rafaela Albulquerque retornó al Partido Reformista.

Los primeros

Desde el pasado 16 de agosto de 2020 renunciaron a la organización los diputados Tobías Crespo, Carlos García, Aquilino Serrata, Dulce Rojas y Charles Canaan.

Semanas después hicieron lo mismo el diputado Hamlet Melo, Josefa Mejía Mancea, Rafael Castillo y Mélido Mercedes. Sandra Abinader también es de las renunciantes del PLD y aún no se vincula con otro partido.

Lo que ha ocurrido

Los movimientos de una bancada a otra se han producido por conservar viejas lealtades, molestias con la dirigencia del partido o por encontrar un espacio más idóneo para crecer políticamente.