El ejército ucraniano negó este lunes haber disparado contra un puesto fronterizo utilizado por los servicios de seguridad rusos (FSB), y acusó a Moscú de difundir «información falsa».
«No podemos impedirles que produzcan esta información falsa, pero siempre podemos enfatizar que no disparamos contra infraestructuras civiles o en algún territorio en la región de Rostov o lo que sea», indicó el vocero militar ucraniano Pavlo Kovalshuk a la prensa.
«No hubo disparos de artillería sobre las fuerzas de ocupación», agregó el portavoz.
Rusia acusó por antes a las fuerzas ucranianas de haber bombardeado un puesto fronterizo ruso, destruyendo una estructura sin dejar víctimas.
«El 21 de febrero a las 09h50 un obús de tipo no identificado disparado desde el territorio de Ucrania destruyó el puesto de servicio de los guardias fronterizos en la región de Rostov, a una distancia de unos 150 kilómetros de la frontera ruso-ucraniana», indicó el FSB, citado por las agencias de prensa rusas.