Dos dominicanos aceptaron irse de manera voluntaria en extradición hacia los Estados Unidos para enfrentar los cargos en relación con una extensa “estafa de abuelos” para defraudar a estadounidenses de edad avanzada con millones de dólares.
En ese sentido, los jueces de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia, dispuso la extradición de Rafael Ambiorix Rodríguez Guzman y Felix Samuel Reynoso Ventura , luego de que estos se acogieran al proceso abreviado, para irse voluntariamente a responder por los hechos que se les imputan.
El tribunal presidido por Francisco Jerez Mena, e integrado por Fran Soto, Francisco Ortega y Luis Omar Jimenez Rosa, libraron acta de que los reclamados en extradición aceptaban irse de manera voluntaria en extradición.
Asimismo, los jueces pusieron a cargo de la Procuraduría General de la República la tramitación y ejecución de la presente decisión, de conformidad con los términos de la Constitución de la República y las leyes sobre la materia. Solo se está a la espera de que el presidente Luis Abinader firme el decreto que autoriza su extradición.
La solicitud de extradición fue presentada por el Departamento de Cooperación Internacional y Extradiciones de la Procuraduría General de la República, que dirige el magistrado Andrés Chalas.
En la audiencia las autoridades norteamericanas estaban representadas por la abogada Analdi Alcántara.
Estos se encuentran acusados junto a otras personas de 19 cargos de conspiración para cometer fraude postal y electrónico, conspiración para cometer lavado de dinero y lavado de dinero.
Entre los acusados figuran también uno conocido como Keko, Nelson Rafael González Acevedo, también conocido como Nelson Tech, Miguel Ángel Fortuna Solano, también conocido como Botija y Boti.
Igualmente, Carlos Javier Estévez, Luis Junior Rodríguez Serrano, también conocido como Junior, Miguel Ángel Vásquez, también conocido como Miguel Disla, Jovanni Antonio Rosario García, también conocido como Porky y Chop.
Según la acusación, revelada en Newark, Nueva Jersey, los acusados participaron en una estafa operada desde centros de llamadas en República Dominicana.