El regulador de la aviación estadounidense (FAA) indicó este martes haber suspendido brevemente las actividades de varios aeropuertos en la costa oeste la víspera tras el lanzamiento de un nuevo misil de Corea del Norte.
«Como precaución, la FAA suspendió temporalmente todas las salidas desde algunos aeropuertos en la costa oeste el lunes por la noche», informó en un comunicado la agencia de regulación de tráfico. «Las operaciones se reanudaron normalmente 15 minutos después».
El comunicado no menciona el lanzamiento de misiles de Pyongyang, pero la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, reconoció implícitamente en rueda de prensa que los dos sucesos estaban relacionados. Cuando se le preguntó sobre el lanzamiento de misiles de Corea del Norte y el cierre de aeropuertos, respondió que la FAA «lo hizo por precaución».
La FAA «revisará sus procedimientos», añadió.
La suspensión se produjo minutos después de que Corea del Norte lanzara un proyectil a las 22H27 GMT, o sea las 14H27 en la costa oeste de Estados Unidos.
El «presunto misil balístico», según el ejército surcoreano, recorrió unos 700 kilómetros a una altitud de unos 60 kilómetros y a una velocidad hipersónica, antes de caer al mar.
Los aficionados a la aeronáutica se dieron cuenta de la suspensión de vuelos en Estados Unidos y publicaron en las redes sociales varias grabaciones de conversaciones entre controladores aéreos y pilotos de aviones comerciales.
En una de ellas se escucha a un controlador aéreo en Burbank, cerca de Los Ángeles, pedir a un piloto que aterrice por un «asunto de seguridad nacional».
Un portavoz del Comando Militar de Seguridad Aérea de Estados Unidos y Canadá (Norad) dijo a la AFP que el ejército no había emitido ninguna alerta después del disparo norcoreano.
«En lo que a nosotros respecta, el lanzamiento del misil ha sido detectado y se evaluó que no representaba una amenaza para Estados Unidos y Canadá», dijo el portavoz. «Por lo tanto, no se ha emitido ninguna alerta».
Estados Unidos ha elevado su nivel de alerta desde que Corea del Norte demostró en 2017 que era capaz de lanzar misiles balísticos hacia Estados Unidos.
El 13 de enero de 2018, una falsa alerta de misil balístico provocó pánico en Hawái. Los habitantes recibieron por error en sus teléfonos móviles instrucciones para refugiarse de inmediato.