Cada ser humano que padece dolor sobre la tierra debe recibir asistencia con urgencia para aliviar el sufrimiento que padece reza el precepto para lo que fue creado el día Mundial del dolor. Recientes estadísticas difundidas por la OMS, una de cada cinco personas padece dolor crónico de moderado a grave, y una de cada tres no puede mantener un modo de vida independiente de la población mundial.
Distintos estudios apuntan la existencia de un estrecho vínculo entre el dolor físico y el dolor emocional. Se aborda el tema del dolor de distintas formas, desde los que disfrutan del dolor exponiéndose deliberadamente a circunstancias que le provocan daño mientras otros evitan sufrir a toda costa. Los pensamientos que nos hostigan ante circunstancias no gratas son responsables de agravar o producir el dolor que padecemos.
El dolor emocional puede ser más intenso que el dolor físico y perdurar en el tiempo. Medita: Si te preguntaran ¿Qué resulta más doloroso, el dolor por una muela infestada o el producto de la pérdida de una persona amada?
¿Qué te lastimaría más, la agresión verbal de un ser amado o un golpetazo en la cabeza?
Puedes decir que son dolores distintos, en efecto, pero el dolor emocional, cuando no se sabe manejar puede derivar en dolencias físicas: dolor de cabeza, de espalda, acidez estomacal, úlceras, otros desórdenes gastrointestinales, enfermedades de la piel, como acné, alopecia, psoriasis, eczema. Es responsable además de complicaciones cardiovasculares y mucho más.
No todo dolor físico obedece a causas emocionales pero algunos movimientos de salud como El Dr. Deepak Chopra, médico y escritor hindú, cobija la idea de que la farmacia está dentro de nosotros.
Afirma que hay un espacio dentro de nosotros mismos en que reside la salud perfecta, y ha desarrollado distintas meditaciones en que se repiten ciertos mantras y que favorecen la conexión entre la mente, el cuerpo y el espíritu. Su sistema de sanación defiende la meditación diaria como fin de descubrir nuestro propio ser y la elevación de la vibración con grandes resultados.
El dolor emocional creado por la pesada mochila de resentimientos y rencores por experiencia pasadas debe ser auxiliarse de un proveedor de salud mental bien entrenado que pueda acompañar en el proceso de sanación antes de que la carga sea insostenible y provoque mayores males. Cuando de salud física se trata debe acudirse a los galenos especializados a la mayor brevedad posible.
El dolor no es del todo malo, es un síntoma, es esa banderita roja que dice que hay algo que no anda bien que urge reparar.
Como prevención de los dolores emocionales y físicos puedes agregar tareas diarias de disfrute. el sentido del humor, realizar ejercicios y el amor.
La contención que produce un abrazo pleno, resultante de un cariño genuino o de buena voluntad puede restaurar un corazón roto, es reconfortante, hace que todos los dolores emocionales sanen y los dolores físicos se alivien. El cuido, la compañía grata fortifica, anima y auxilia en tiempos de flaqueza y debilidad.