Por Nelson Marte
Periodista
Es un lugar harto común la afirmación de que la educación es la principal herramienta para el desarrollo de los pueblos y los individuos.
A pesar de que todos sabemos esa gran verdad, según los organismos internacionales que evalúan los sistemas educativos de todo el mundo, los dominicanos hemos fracasado en establecer los estándares de calidad que cumplan tan importante misión.
Las fallas en educación nos tipifican como un país subdesarrollado, a pesar de que nuestra economía registra excelentes niveles de pujanza y resiliencia, incluso en tiempos coyunturales tan difíciles como los que nos impuso la pandemia y provoca la guerra en Ucrania.
Impulsar la calidad del sistema educativo es con toda seguridad el más importante desafío y compromiso que tiene la sociedad con las presentes y futuras generaciones, y para decidir si acabamos de dar el salto hacia el desarrollo integral de nuestra sociedad.
La capacidad demostrada por nuestras autoridades y el sector empresarial para mantener la estabilidad y el crecimiento económico del país, y que constituyen todo un ejemplo en los países de América Latina, nos retan a emprender las tareas de encaminarnos por sendas de desarrollo que generen bienestar para todo el pueblo.
El actual incumbente del Ministerio de Educación de la República, Minerd, maestro Ángel Hernández, ha dejado clara su determinación de iniciar definitivamente la transformación de nuestro sistema de educación preuniversitario, cortando por lo sano con el clientelismo político y reorientando la calidad del gasto en el Ministerio.
Hernández tiene probada experiencia y capacidad, y cuenta con el entusiasmo del presidente Luis Abinader, quien a principios de la pasada semana priorizó en su apretada e importante agenda un acto en que informó que Minerd transfiere a 2 mil 159 directores de distritos y de centros un monto ascendente a 3 mil 400 millones de pesos que van a impactar la descentralización de la gestión educativa, un fundamental objetivo del proceso.
Las acciones informadas incluyen la inducción para nuevos docentes, con entrenamientos y educación continua por un año, inserción inicial de 1,000 docentes en el programa gubernamental Vivienda feliz con la asistencia financiera del MINERD.
El presidente informó además que Minerd licitará más de 1,000 módulos de 3 aulas para educación inicial entre 3 y 5 años, medida que duplica los 75 mil niños que actualmente incorpora el sistema.
Ese nuevo entusiasmo que reitera el presidente Abinader al sector debe ser aprovechado por todos los actores del sistema, alumnado, maestros, personal administrativo, padres, tutores, amigos y nuevos empresarios, y muy en especial la Asociación Dominicana de Profesores, que debe esforzarse en que se la perciba como parte de las soluciones, y no como parte del problema.
En definitiva, que junto al Minerd asumamos todos el de la educación preuniversitaria como un punto en alto relieve de las importancias y urgencias del país.