De acuerdo con el agente especial del FBI, Stephen Blodgett, y la fiscal federal del distrito oeste de Nueva York, Trini Ross, en declaraciones a Associated Press, el incidente es investigado por «crimen de odio» y «violencia extremista por motivación racista».
Luego de que se protagonizara un tiroteo masivo en un supermercado de Buffalo, Nueva York, donde diez personas murieron este sábado, el FBI se encuentra investigando los hechos y catalogaron el suceso como un crimen de odio.
Stephen Blodgett, agente especial del FBI a cargo de la oficina de Buffalo, y Trini Ross, fiscal federal del distrito oeste de Nueva York, aseguraron a Associated Press que el incidente es investigado como “crimen de odio” y un caso de “violencia extremista con motivación racista”.
Asimismo, un alto funcionario federal encargado de hacer cumplir la ley identificó al sospechoso como Payton S. Gendron, de 18 años. El funcionario le indicó a los investigadores que revisaban un “manifiesto” que se sospecha el adolescente publicó en internet.
Los investigadores indicaron que el sospechoso era un joven de raza blanca, que al momento del ataque estaba vestido con ropa militar, llegando con un rifle de alto calibre, un chaleco antibalas y un casco negro.
El objetivo del sospechoso fue un supermercado en una zona residencial ubicada cinco kilómetros al norte de la ciudad de Nueva York, cuya población es en mayoría afroamericana.
Las autoridades están analizando si el sospechoso es autor del presunto manifiesto compartido en internet, donde su descripción y actuación coinciden con lo ocurrido este sábado y defiende la ejecución de una matanza con el fin de evitar el “reemplazo” de la raza blanca por otras razas. En el presunto manifiesto denuncia un “genocidio blanco”.
Durante el ataque, el sospechoso disparó primero a varios clientes del supermercado en la zona de aparcamiento, para después continuar la matanza dentro del establecimiento, para terminar saliendo del local.
“Estaba ahí plantado con su ropa militar y apuntándose a la barbilla con su arma, como si fuera a volarse la cabeza”, indicó un testigo identificado como Braedyn Kaphart, en declaraciones a Buffalo News. “No sabíamos qué estaba pasando. Después se cayó en sus rodillas, se quitó el casco, tiró el arma y fue placado por los agentes policiales”.