Por Héctor Marte Pérez (El Caribe)
Neney Cabrera es ministro de Proyectos Estratégicos y Especiales de la Presidencia
En un gobierno que ha llegado izando la bandera anticorrupción y promoviendo la transparencia, es lógico que se reclame que no solo se mire hacia afuera, o en este caso, hacia atrás, en lo que tiene que ver con la detección de irregularidades, sino que también se mire hacia dentro.
Y es lo que ha pasado hasta el momento, aunque a veces, en el intento, se les puede pasar la mano a los fiscalizadores, tanto a los reales como a los que se auto adjudican ese rol.
Es lo que parece que ocurrió con el caso de la Propeep, específicamente con el programa “Pinta tu barrio en Navidad 2021”. Con Neney Cabrera hubo exceso de celo, pero se dice que también hubo algo de celos.
Los informes
El asunto terminó en nada, pese a que había gente que decía que le olía mal la pintura.
Hubo cuestionamientos en medios de comunicación que llevaron a investigaciones de los organismos competentes, y al final, el responsable de una de esas entidades, estableció en su informe, por ejemplo, que algunas de las empresas cuestionadas “no fueron adjudicadas en el referido proceso” y en el caso de otras, dice que “no es posible concluir de manera fehaciente que estas ejecutaron prácticas colusorias en el referido proceso”.
Más concluyente es la frase que dijo posteriormente en un programa televisivo:
“El expediente no fue enviado a la Procuraduría, porque no encontramos elementos que sugirieran la posibilidad de un ilícito penal”.
¿Celos internos?
Las frases anteriores las incluye Neney Cabrera en una de las cartas que envía al autor de esas expresiones, quien hacía su trabajo como técnico, pero hay quienes piensan que detrás de todo, hay motivaciones políticas.
Y no precisamente de sectores de la oposición.