Canadá prohibirá la entrada en sus aguas de barcos registrados en Rusia, o de propiedad rusa, en respuesta a la invasión de Ucrania, según anunció este martes el Gobierno canadiense.
También avanzó que proporcionará a la ONU cien millones de dólares canadienses (79 millones de dólares estadounidenses) en ayuda humanitaria para los ucranianos. El cierre de las aguas territoriales canadienses, así como sus puertos, afectará tanto a navíos de transporte como pesqueros rusos y entrará en efecto a finales de esta semana.
El ministro de Transporte canadiense, Omar Alghabra, señaló en un comunicado que “Rusia tiene que responder por su agresión en Ucrania” y que “Canadá seguirá haciendo todo lo que es necesario para responder».
Asuntos Exteriores
Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly, añadió que “Canadá seguirá imponiendo medidas para responder al desprecio flagrante de Rusia hacia las leyes internacionales».
Previamente, Joly, que se encuentra en Ginebra (Suiza) tras participar en la reunión del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, anunció que este martes Canadá pedirá a la Corte Penal Internacional (CPI) que investigue a Rusia por crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra por sus acciones en Ucrania.
También hoy, Canadá dijo que contribuirá con 100 millones de dólares canadienses (79 millones de dólares estadounidenses) al fondo de 1.650 millones de dólares que la ONU ha solicitado para responder a las necesidades humanitarias inmediatas causadas por la invasión de Ucrania.
Cerca de 700.000 ucranianos han huido del país desde el inicio de la invasión rusa hace cinco días, según señaló este martes el Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas, Filippo Grandi.
ONU
La ONU anticipa que en los próximos meses hasta cuatro millones de personas pueden huir de Ucrania y buscar refugio en los países vecinos. Además, otros doce millones de personas en el interior de Ucrania necesitarán asistencia humanitaria.
La ONU ha solicitado 1.100 millones de dólares para asistir a unos seis millones de ucranianos en el interior de Ucrania durante tres meses y otros 550 millones de dólares para ayudar a los países vecinos a copar con la llegada de refugiados.