SANTO DOMINGO.-Lo que en principio parecía un absurdo hoy puede servir de referencia para seguir mejorando el tráfico en áreas de mucha congestión vial, como sucedía en las emblemáticas avenida Mella y calle Benito González, que intercomunican la Ciudad Colonial y el sector San Carlos.
Tras el cambio de patrón vial que estableció que la Mella se transite de este a oeste y a la inversa o en vía contraría la Benito González, ha permitido dinamizar la circulación vehicular y en gran medida el comercio.
Ese cambio positivo es debido a que ha traído consigo a cientos de turistas a ese entorno caracterizado por la venta de artículos artesanales que identifican el país, quienes desde entonces no tienen que retroceder o dar la vuelta para llegar al lugar desde los complejos y zonas hoteleras.
Dueños de negocios del lugar, así como el presidente de la Asociación de Comerciantes del legendario Mercado Modelo (Acomemo), Delcio A. Núñez y Raudi de León, ex vicepresidente de ese gremio, al igual que choferes y motoristas expresaron satisfacción por la mejora que trajo consigo la iniciativa.
“Para mí ha sido provechoso, se nota una mayor dinámica comercial, en cuanto a la accesibilidad de los turistas no solo extranjeros y nacionales, desde las murallas de Santa Bárbara a la Emilio Prud’Homme, en los Bomberos”, comentó Delcio Núñez.
“Lo más importante que es que ya no cruzan patanas ni camiones por la vía”, comentó Raudi de León.
Leonandro Acosta, de Casa Leo Gilt Shop asegura que que una de las ventajas del cambio de dirección de la Mella es que los vehículos bajan desde la avenida Duarte en la misma dirección doblando a la derecha.
Deudas pendientes
Sin embargo, la medida que fue solicitada a través de la Sala Capitular y aplicada desde hace seis meses por el Ayuntamiento del Distrito Nacional junto al Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett), y los ministerios de Obras Públicas y de Turismo, aún está pendiente la señalización para que los conductores no violen la decisión y eviten la distorsión, como ocurre en la calle Hernando Gordon, detrás del Mercado Modelo, que es de una vía de este a oeste y se producen taponamientos, según Delcio Núñez, quien afirma lo han solicitado a la alcaldía y no han dado respuesta.
El Pequeño Haití es visto como un área desorganizada y sucia que da mal aspecto a visitantes.
Para poner en contexto la escasez de parqueo en el área, dijo que ese importante centro de acopio levantado en 1942 apenas con tres amplios pabellones cuenta con unos 35 estacionamientos y acoge unos mil comerciantes, cerca de la mitad en los alrededores y un 30 por ciento del total se estacionan en las calles circundantes.
Al igual que él Raudi de León insistió en que faltan parqueos y señalización. Entiende que aún hay mucha arrabalización y basura porque allí van muchos turistas.
Igual existen algunas incongruencias como sucede en la intersección de la Benito como la calle Altagracia, donde esta última es de doble vía y las unidades que vienen en dirección sur-norte se enfrentan con frecuencia con los bajan de norte a sur y van a doblar de oeste-a este, según denunciaron Pablo Berroa y Marielín Taveras, ambos reconocen el dinamismo comercial.
Reductores velocidad. Algunos propietarios de tiendas, como también se quejan de que ahora necesitan reductores de velocidad para que los vehículos se detengan un poco más ya que la rapidez no permite en ocasiones que posibles compradores se percaten de las ofertas y puedan dar marcha atrás para adquirir artículos.
William Leyba, dueño de Artesanía Mayra con 21 años en el lugar afirma que el cambio no les favorece porque los carros circulaban más despacio, y ahora pasan rápido y los clientes no se paran.
“Otro problema es la falta de seguridad y la falta de iluminación; hay muchos ladrones en motocicletas que viven arrebatando carteras”, añadió William Leyba.