Por César Penson Paulus
No hay dudas de que existen en la biología de la evolución, ejemplares criollos que no fueron considerados por Charles Darwin en su libro del Origen de las Especies, de 1859, porque la República apenas tenía 15 años de nacida, desconocida y muy “lejana”, para los intereses del científico inglés y la comunidad científica en general.
Son, sin embargo, parte importante de la folclórica fauna cultural dominicana, de características harto conocidas e identificables por cualquier criollo.
El Tíguere Leon, el matatán, el “ma guapo”, especie que en cada barrio tiene al menos, un ejemplar que pretende superioridad.
El tíguere culebro, típico ejemplar, esquivo, desconfiado y temeroso de todo, que lo hace sujeto único, que a pesar del nombre, existe en ambos sexos con similar comportamiento, aunque en el femenino el calificativo se desnaturaliza, resultando una definición denigrante.
El Tíguere chivo, de actuación similar, se caracteriza más por la desconfianza ante traiciones conyugales y de pareja, con altas dosis de sospecha pero aplica también ante situaciones diversas donde la necesidad de cuidarse de “lo’sotro”, provoca la actuación de suspicacia y aprensión.
La mujer chiva o Chivirica, implica otras características de liviandad o “facilismo”.
Parecido es el “tíguere moca”, deformando el término “mosca”, propio del molestoso insecto volador, ante el recelo y el miedo a la deshonestidad con él, manifiesta presencia contante de incredulidad aguda.
Existen Tíguere que dan “cotorra”, de labia fácil y abundantes argumentos: “Ese é un muelú”. El Palomo es de por si una especie de sujeto con altas dosis de “pariguayismo” en su actuación, personalidad de “buen pendejo”, crédulo, expuesto al engaño fácil y de actuación en contraposición con su edad. El tíguere palomo, es una sub especie del palomo genuino, de manifestación propia.
El tíguere macopeje es el excelente nadador y hábil “panqueando”. El Bagre es el pez gato, con su característico bigote y “bocú”. Ahora se le dice a la mujer poco agraciada en cuanto a su belleza: que es fea.
El Tíguere gallo es el de eyaculación precoz, por su similitud con el plumífero cuando “pisa” la gallina. El Tíguere Gallina, a propósito, es el muy cobarde, el “pendejo” agudo.
Se “tirán lo mono” es redada con presencia masiva e inesperada de la policía. Andar mono, es presumir de una pinta que viste o calza que puede estar “etrenando”.
Ese “hombre e un perro”, expresión de mujer resentida, por el carácter indecente, promiscuo o “propasao”, de algún sujeto.
El “picaflor” es el Don Juan criollo, de activa capacidad de seducción y conquista.
De ejemplares escasos en la Sabana de Guabatico, en el folclor autóctono, abunda el “venao”, por definir la victima masculina de infidelidad: “le pegán lo cuerno”.
La liebre, es un Tíguere habilidoso, de rápido proceder y frecuente éxito. El pájaro…. no precisa explicación.
Publicado originalmente en el Caribe (18/02/2022)