Los principales directivos de la organización hablaron con la prensa.
La Asociación Nacional de detallistas de combustibles (Anadegas) rechazó ayer que el gobierno establezca los subsidios de combustibles a los transportistas y entidades, por entender que eso genera corrupción y distorsión en el mercado.
Juan Matos, presidente de la Anadegas, en rueda de prensa señaló que si las autoridades vuelven a entregar gasolina y gasoil a los transportistas -vía sindicatos de choferes- volverán a instalarse tanques en patios de barrios y ciudades y eso distorsionaría la comercialización de los carburantes.
Agregó que los subsidios de combustibles enriquecen los bolsillos de personas particulares y además lesionan el Presupuesto General del Estado, porque el dinero de los impuestos que se deben pagar no llega a los sectores más vulnerables de la nación, que sí necesitan.
Anadegas entiende que si el Gobierno quiere aplicar subsidios a los transportistas debe hacerlo por vía de un método que funcione con transparencia. Sugiere aplicarlo a través de una tarjeta bono diesel, para que se suministre por medio de las estaciones que operan bajo regulación de las autoridades.
La opinión-reacción de la organización surge luego que –alegadamente- funcionarios de la actual gestión gubernamental sostuvieran encuentros con representantes del ala choferil, y posterior a datos puestos a circular sobre el tema del subsidio de carburantes.
Otro enfoque
En el encuentro de ayer con los medios de comunicación, Juan Matos aseguró que los incrementos de precios de los combustibles empujan al alza en determinados servicios y productos a nivel interno.
Sin embargo, la organización que Matos dirige reconoce que en gran medida se debe a factores difíciles de controlar, dada la cotización a nivel internacional es causante de esas alzas. Anadegas fue fundada el 23 de julio de 1959, por 33 detallistas de gasolina y demás derivados de crudo.