“Al compás de esos toques defendí la democracia. Ahora también los siento y los escucho, antes y ahora los valoro igual”
SANTO DOMINGO. El presidente Luis Abinader se definió como un mandatario que “no vive en una burbuja” y que además es un ciudadano, hijo, hermano, esposo, padre, amigo que escucha los reclamos.
“Y yo soy un Presidente que escucha. No estoy aislado, no vivo en una burbuja. Leo los diarios, escucho la radio, veo la televisión, me reúno con todos los sectores, reviso las redes sociales, recorro el país; y además de ser Presidente, soy un ciudadano, hijo, hermano, esposo, padre, amigo, alguien que como tú puede escuchar el ritmo colectivo de la inconformidad”, dijo.
En su discurso sobre el retiro del proyecto de Modernización Fiscal, Abinader recordó que el pasado, “al compás de esos toques defendí la democracia. Ahora también los siento y los escucho. Antes y ahora los valoro igual”.
Afirmó estar convencido de que nuestra democracia debe ser un diálogo constante, una conversación en la que cada voz cuente y cada opinión tenga su peso.
“La democracia no es, ni debe ser, un monólogo ni una practica de cada cuatro años. La democracia es y debe ser el intercambio permanente entre el pueblo y sus gobernantes”, expuso.
Enfatizó en que su práctica ha sido siempre coherente: proponer, escuchar y, si es necesario, rectificar. Corregir es reconocer que las decisiones -aunque sean bien intencionadas- deben cambiarse, cuando no respondan a las posibilidades y expectativas de la gente.
“Un verdadero gobierno democrático no teme enmendar sus decisiones cuando escucha al pueblo. Porque escuchar es un signo de fortaleza”, destacó.