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Día Mundial de la Alegría: aprende cómo aprovechar la alegría de tu entorno
¿Se ha preguntado por qué se para a contemplar el resplandor naranja del atardecer, sonríe cuando presencia una lluvia de papel picado de colores o le invade una sensación de bienestar al percibir el aroma de la hierba y la tierra mojadas por la lluvia? Es la alegría de nuestro alrededor.
La diseñadora Ingrid Fetell Lee, fundadora del blog The Aesthetics of Joy y autora del libro ‘Las formas de la alegría’ (titulado ‘Joyful’ en inglés), señala que los lugares, espacios y los objetos que nos rodean “pueden ser una fuente inagotable de alegría”.
“Cada vez más expertos nos instan a encontrar el equilibrio y la calma en nuestro interior y a permanecer impasibles ante el mundo exterior, pero… ¿Y si la vitalidad natural de nuestro entorno fuera la fuente de alegría más renovable y accesible de que disponemos?”, se pregunta esta creadora de un nuevo concepto: “la estética de la alegría”.
“Los espacios y objetos mundanos con los que interactuamos a diario ejercen un efecto tan inesperado como potente sobre nuestro estado de ánimo y, mientras que algunos entornos nos ponen nerviosos o alientan la competitividad, otros fomentan la alegría y la generosidad”, señala Fetell Lee.
Ejercicios para detectar la alegría de alrededor
Esta experta, una de las profesoras fundadoras del programa de Productos de Diseño en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York y máster en diseño industrial en el Pratt Institute, propone un ejercicio básico para aprovechar el poder de nuestro entorno para vivir vidas más plenas.
Consiste en encontrar los elementos estéticos y actividades que nos alegran y hacia los que gravitamos de forma natural: “ Ese es el primer paso para llevar más alegría a nuestro mundo”.
La autora aconseja escribir durante una semana y mientras efectuamos los quehaceres cotidianos, un “diario de la alegría” donde anotaremos todos los momentos en que nos sentimos contentos, reímos y sonreímos o tenemos la tentación de exclamar ¡Sí! o ‘Guau! O, incluso, cuando seamos conscientes de una sensación sutilmente agradable.
“También se puede incluir recuerdos alegres que te vengan a la mente”, enfatiza Fetell Lee, quien recomienda en su blog apuntar para cada momento “dónde estamos, con quién estamos y qué hacemos, así como qué imágenes, sonidos, aromas, texturas o sabores están asociados al entusiasmo que podemos sentir”.
Al final de la semana, hay que buscar patrones, lo cual nos ayudará a identificar las distintas fuentes de alegría en nuestra vida y a entender un poco mejor porqué nos provocan felicidad.
“Una vez que hayamos hecho la lista de lugares, gente, cosas y actividades que nos contentan la vida, tenemos que identificar aquellos elementos estéticos que nos hace sentir bien y que aparecen con más frecuencia, asociados a esas fuentes de alegría”, según Fetell Lee.
“Puede haber actividades que nos aporten júbilo en ese instante, pero que ejercen un efecto negativo a largo plazo si se hacen constantemente, como comer galletas, beber alcohol, ver la televisión, fumar o salir de compras, y entender qué elementos estéticos se asocian a estas conductas, podría ayudarnos a hallar alternativas más constructivas que nos hagan sentir bien”, señala.
Explica que, para completar este ejercicio denominado “Encuentra tu alegría”, hay que rellenar cuatro apartados básicos, respondiendo a tres preguntas clave en cada uno de ellos, como se muestra en el siguiente ejemplo:.
Lugares
¿Dónde me siento más alegre? Por ejemplo: en un parque urbano, en el café de la esquina, en la casa de una amiga… .
¿Qué tienen de alegre esos lugares? Sol, calor y naturaleza. Papel pintado y puntos de color. Plantas y espacio abierto…. .
¿Qué elementos estéticos los definen? Energía y libertad. Libertad y renovación. Abundancia y energía.
Gente
¿Quiénes son las personas más alegres que conozco?: Margarita. Luis. Ángela. Antonio.
¿Que tienen de alegre estas personas? Niño interior activo. Pasión por la naturaleza. Siempre hace algo distinto. Se rodea de dinamismo.
¿Qué elementos estéticos encarnan? Juego. Libertad y energía. Sorpresa. Abundancia y energía.
Cosas
¿Cuáles son los objetos más alegres de mi casa? Tazas con cristalitos incrustados. Sillas amarillas. Cartel de melones. Libros codificados por colores. Zapatos de purpurina. Collar de pompones… .
¿Qué tienen de alegre esos objetos? Dibujo y textura. Color amarillo. Llamativo y alegre. Vibrante pero organizado. Hace que cualquier prenda que se lleva parezca festiva. Absurdo e inesperado… .
¿Qué elementos estéticos tienen? Abundancia. Energía. Energía. Energía y armonía. Celebración. Juego y sorpresa…. .
Actividades
¿Qué actividades me proporcionan más alegría? Cantar. Estar en el agua (natación, kayak, buceo). Viajar. Pintar.
¿Qué tienen de alegre estas actividades? Las melodías y los ritmos. Sentimiento de ligereza y libertad. Nuevas sensaciones. ¡Todo es color!
¿Qué elementos estéticos están presentes en ellas? Armonía. Libertad y trascendencia. Abundancia. Energía.
Una vez respondidas a todas estas preguntas, utilizando para escribir todo el espacio que necesitemos, tendremos a la vista aquello que podría aportar alegría a nuestra vida y podemos apuntar lo que nos gustaría tener con mayor frecuencia porque nos hace sentir bien.
Repasar esta lista nos ayudará siempre que queramos introducir cambios en nuestra vida, como mudarnos, cambiar de trabajo o renovar el vestuario.
“Son momentos en los que debemos recordarnos a nosotros mismos qué nos proporciona entusiasmo y cómo podemos mantenerlo en el centro de nuestra existencia”, señala Fetell Lee.