Por Ing. Leonardo Gil.-
(Consultor en Comunicación Política y de Gobierno)
NUEVA YORK.– Uno de los postulados principales en un sistema de gobierno democrático es la igualdad ante la ley. Por lo tanto la observancia de este axioma es directamente proporcional al fortalecimiento o debilidad del sistema, siendo esta un indicador para medir el funcionamiento de un sistema para saber que tan democrático es.
La modalidad para escoger la forma de aplicar justicia y la escogencia de quienes la impartirían, es entonces un proceso vital en la calidad de la democracia.
Proponemos que los jueces en República Dominicana sean escogidos por elección popular no partidistas, ya que este modelo genera más independencia en el poder judicial y puede traer varios beneficios significativos para el sistema de justicia y para la sociedad en general. Como son:
Mayor legitimidad y confianza en el sistema judicial: La elección popular de jueces permite que los ciudadanos participen activamente en la selección de quienes administrarán justicia. Esto fortalece la legitimidad del sistema judicial, ya que los jueces son elegidos por la voluntad popular. Cuando los ciudadanos tienen la oportunidad de elegir directamente a los jueces, se fomenta una mayor confianza en el sistema de justicia, ya que se percibe como más transparente y representativo.
Responsabilidad y rendición de cuentas: Los jueces elegidos por voto popular están sujetos a una mayor rendición de cuentas ante la ciudadanía. Al estar conscientes de que su cargo depende del respaldo y apoyo de los ciudadanos, los jueces se ven incentivados a tomar decisiones imparciales y justas, y a actuar de manera responsable en el ejercicio de su función. Esto contribuye a evitar la impunidad y garantiza que los jueces estén comprometidos con el cumplimiento de la ley y con el bienestar de la sociedad.
Mayor diversidad y representatividad: La elección popular de jueces puede fomentar una mayor diversidad y representatividad en la judicatura. Al ser elegidos directamente por los ciudadanos, se abre la posibilidad de que personas de diferentes sectores y con diversas perspectivas puedan acceder a cargos judiciales. Esto contribuye a una mayor representación de la diversidad de la sociedad en la toma de decisiones judiciales, lo que puede resultar en una justicia más equitativa y sensible a las necesidades y realidades de los ciudadanos.
Fortalecimiento de la democracia: La elección popular de jueces fortalece el principio democrático al permitir que los ciudadanos participen activamente en la elección de quienes administrarán justicia. Esto promueve una mayor participación ciudadana en los asuntos públicos y en la toma de decisiones fundamentales para la sociedad. Además, al tener la posibilidad de elegir a los jueces, los ciudadanos tienen un mayor control sobre el sistema de justicia y pueden influir en su mejora y desarrollo.
Es importante destacar que la elección popular de jueces debe ir acompañada de mecanismos adecuados para garantizar la independencia y la imparcialidad de los jueces, así como para asegurar la transparencia en el proceso de selección. Además, es fundamental contar con una ciudadanía informada y comprometida que participe de manera responsable en la elección de los jueces. Este ejercicio debe realizarse de manera integral y con el compromiso de todos los actores involucrados, incluyendo el poder judicial, los legisladores, la sociedad civil y los ciudadanos en general.