AP
La Policía Nacional de Haití recuperó un carguero lleno de arroz que había sido secuestrado tras enfrascarse en un tiroteo con pandillas que duró más de cinco horas.
Dos agentes de la policía resultaron heridos y un número no especificado de pandilleros murió en el enfrentamiento del sábado frente a la costa de la capital haitiana, Puerto Príncipe, informaron las autoridades en un comunicado.
Fue una inusual victoria para un departamento policial que carece de fondos y que ha batallado para sofocar la violencia luego de una serie de ataques que empezaron el 29 de febrero.
La policía señaló en un comunicado emitido el domingo que los responsables del secuestro eran miembros de dos pandillas, llamadas 5 Segundos y la pandilla del Talibán. Detalló que hombres armados tomaron el carguero Magalie el jueves cuando zarpaba del puerto de Varreux.
La emisora Radio Télé Métronome reportó que las pandillas secuestraron a todas las personas a bordo de la embarcación y robaron unos 10,000 sacos de arroz de los 60,000 que había en el barco.
El carguero se dirigía a la ciudad costera de Cabo Haitiano, en el norte del país.
El mismo domingo, el sitio de noticias por internet Radio reportó que la pandilla del Talibán utilizó un cargador frontal para demoler una estación de policía en el suburbio de Canaan en Puerto Príncipe donde al menos cuatro agentes de la policía murieron en un ataque reciente. La estación ya no estaba operando.
El enfrentamiento más reciente entre la policía y las pandillas se produjo más de un mes después que hombres armados empezaron a atacar infraestructura clave del gobierno haitiano. Han quemado varias estaciones de policía, atacaron el principal aeropuerto internacional que sigue cerrado e irrumpieron en dos de las prisiones más grandes de Haití, liberando a más de 4,000 reclusos.
La violencia en curso obligó al primer ministro Ariel Henry a anunciar que renunciará al cargo una vez que se forme un consejo presidencial de transición.
Henry se encontraba en Kenia para presionar para que se desplegara una fuerza policial respaldada por la ONU de la nación del este de África cuando los ataques comenzaron y sigue sin poder regresar a Haití.