Los haitianos deben beneficiarse de la protección de refugiados y no ser devueltos a su país, donde las bandas hacen reinar el terror, indicó el miércoles la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Frente a la situación caótica que reina especialmente en la capital Puerto Príncipe y los temores de un éxodo masivo, la ACNUR se anticipó y actualizó las directivas que garantizan la protección de los haitianos más vulnerables.
«La vida, la seguridad y la libertad de los haitianos están amenazadas por la confluencia de la creciente violencia de las bandas y las violaciones de los derechos humanos», declaró Elizabeth Tan, jefe de la división de protección internacional de ACNUR, en comunicado.
Haití ha experimentado una oleada de violencia de bandas en las últimas semanas, cuando los haitianos esperan la instauración de un consejo presidencial de transición tras el anuncio de la renuncia del cuestionado Primer ministro contesté Ariel Henry, que maneja los asuntos corrientes.
La ACNUR pide a los países que es «imperativo garantizar que los haitianos reciban la protección internacional de estatuto de refugiados».
«Reiteramos también el llamado a todos los Estados a no regresar a la fuerza a las personas a Haití, inclusive las que pidieron asilo y les fue rechazado», añade la agencia de la ONU.
Subraya que un amplio abanico de haitianos podría beneficiarse de la Convención sobre los refugiados de 1951: militantes políticos, periodistas, jueces, abogados y otras personas que luchan contra la corrupción y la criminalidad.
La ACNUR recuerda que la Declaración de Cartagena de 1984 amplía la protección a los «individuos afectados por circunstancias que perturban gravemente el orden público en el país y la violencia generalizada en las zonas afectadas por las actividades de las bandas».
La ACNUR advierte que observa una «tendencia preocupante» en los haitianos, que emprenden periplos peligrosos, inclusive por mar en condiciones peligrosas.