El Insmet prevé en el oeste del país vientos que en la tarde del lunes alcanzarán los 75 kilómetros por hora, con rachas superiores, y «fuertes e intensas lluvias». En el centro de la tormenta, en el mar Caribe entre el Yucatán mexicano y el occidente de Cuba, superan ya los 100 kilómetros por hora.
El pronóstico cubano apunta que en las próximas 12 a 24 horas Idalia mantendrá su «lento movimiento», de apenas 11 kilómetros por hora, y con rumbo próximo al norte, ganando algo más en organización e intensidad.
Esto supone que, además de las fuertes lluvias, habrá que prestar atención a los efectos de «fuertes marejadas» en el suroeste de Cuba, con previsibles subidas del mar en zonas bajas del litoral, advirtió el Insmet.
Ante esta situación, la Defensa Civil de Cuba decretó la denominada fase informativa, elevando el grado de alerta en el país ante el paso de Idalia. El primer ministro, Manuel Marrero, presidió este domingo una reunión de seguimiento de la situación meteorológica.
Siguiendo instrucciones de la Defensa Civil, está previsto que a lo largo del día se desaloje a los vecinos de las regiones de Bailén y Boca de Galafre, en la provincia de Pinar del Río, y se estudia tomar la misma medida en otras localidades, como en Guanímar (Artemisa).
En el occidente del país, donde hace un año causó estragos aún visibles el huracán Ian, se han tomado además medidas para evitar inundaciones en zonas habitadas, proteger cultivos y garantizar el suministro de agua.
Ian causó la muerte de cinco personas y dejó considerables daños en más de 100.000 viviendas, la agricultura, y en los servicios de electricidad, telefonía y suministro de agua potable.
A primera hora de la mañana en Cuba el centro de la tormenta se encontraba 190 kilómetros al sureste de Cozumel (México) y 190 kilómetros al sur del cabo de San Antonio, el punto más occidental de Cuba.