Si de lo que se trataba era de celebrar la historia del ferrocarril, ¿por qué no hacerlo con un ferrocarril histórico? Quizás suene a ocurrencia o a simple juego de palabras, pero una idea más o menos parecida es la que se planteó la firma Swiss Rhaetian Railway (RhB) cuando en otoño decidió celebrar el 175 aniversario de los trenes en Suiza.
En un guiño a la altura de la efeméride, del orgullo ingenieril patrio y por supuesto de la tradición ferroviaria helvética hizo precisamente eso: montar un tren que consiguió colarse en el Guinness de los récords.
El motivo: su tamaño. Su enorme y despampanante tamaño.
Para celebrar la historia con historia RhB decidió montar el año pasado un gigantesco tren de 1.906 metros de largo, una auténtica «serpiente» mecánica compuesta por 25 composiciones, cada una con cuatro vagones de los modernos automotores Capricorn del fabricante Stadler.
El resultado: un centenar de piezas que según cálculos de la compañía alcanzó un peso total de 2.990 toneladas.
«Con 25 automotores Capricorn de cuatro piezas del fabricante suizo Stadler. El tren récord, de 1.906 metros de longitud, se alineó como un collar de perlas en el túnel de Albula durante la noche del viernes al sábado», explicaba la firma.
Objetivo: marcarse un Guinness
El objetivo de RhB era montar el tren de pasajeros de vía estrecha más largo del mundo, superando el récord anterior, imbatible desde hacía más de tres décadas. Y lo logró. Con margen, además. Su composición pulverizó la marca de 1.732 metros que se había alcanzada en 1991 y se coló por derecho propio en las páginas del libro Guinness como el ferrocarril de su tipo más extenso jamás montado.
La coletilla no es casual: la plusmarca se la llevó en su categoría, la de tren de vía estrecho diseñado para viajeros. Si ampliásemos el foco hasta abarcar también las composiciones destinadas al movimiento de mercancías, RhB habría necesitado sumar unos cuantos vagones extra para conquistar el récord.
En 2019 por ejemplo la compañía Trasnet presentó el 375 CR-17, un tren de carga de nada menos que 375 vagones y cuatro kilómetros de longitud. Sus vagonetas, eso sí, no están diseñados para acomodar pasajeros, sino manganeso africano.
Que haya ferrocarriles más extensos no quita mérito a la hazaña de la compañía suiza, que el 29 de octubre de 2022 hizo historia al operar su tren de 1,9 kilómetros en el que tal vez sea uno de los parajes más bonitos de la vasta red europea: la línea del Albula, reconocida incluso por los expertos de la UNESCO desde hace años.
La enorme maquinaria partió del túnel de Albula a primera hora de la tarde de un sábado (14.20 h) y poco más de una hora después (15.40 h) llegaba a su destino, en el cruce del viaducto Landwasser. RhB calcula que durante su pintoresco tour de Preda a Alvaneu salvó un desnivel de 789,4 metros y recorrió 24,93 km que lo llevaron a atravesar 22 túneles y 48 puentes, incluido el impresionante viaducto Landwasser, con una longitud de 142 metros y que alcanza 65 m de altura.
El viaje quizás no fue excesivamente rápido —el tren se desplazaba a aproximadamente 30 km/h—, pero desde luego sí fue un desafío técnico en el que tuvieron que participar siete maquinistas y 21 operarios. Eso y una demostración de estilo ferroviario, digna de las mejoras estampas de los cantones suizos.
Para demostrarlo y que pudieran disfrutarlo los amantes del ferrocarril, más allá de las alrededor de 3.000 personas que acudieron a Bergün para la celebración o los apasionados de los ferrocarriles que se desplegaron a lo largo de la ruta, RhB captó grabaciones e imágenes que se ha encargado de distribuir desde entonces.
Estampas para disfrutar de un alarde que se desplegó de forma puntual, para celebrar los 175 años del ferrocarril suizo, no con el propósito de que el tren de 1,9 kilómetros entrara en circulación. De hecho el día de la demostración se aplicó un horario especial en la Línea RhB Albula y cerró un tramo de carretera.
Todo un alarde de ingeniería y estilo.
Digno de la historia ferroviaria.
De las páginas del libro Guinness.
