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Narcos dominicanos siguen igual patrón sangriento de los grandes cárteles
Las pugnas y disputas de poder por el control del tráfico de drogas en la República Dominicana sigue el mismo patrón de otros capos de países de Latinoamérica, donde se cometen múltiples asesinatos entre bandas rivales, encomendados a sicarios.
El caso más reciente es el de las estructuras del microtráfico encabezadas por Joel Ambioris Pimentel García, de alias “La J”, y José Hamilton Ureña, o bien su mote “Nino come mezcla”, ambas perseguidas a través de la Operación Halcón IV, y aquellos ubicados en el exterior.
Estos mantienen una guerra abierta por el control del microtráfico en la región del Cibao, a quienes se les atribuyen muertes de varias personas, cuyos ejecutores fueron sicarios a sus servicios, con colaboración de miembros de organismo investigativos del Estado, para protegerlos.
A Pimentel García, señalado como la persona que amenazó de muerte al hijo de la procuradora Miriam Germán Brito, se le atribuye ser el dueño de la mayoría de los puntos de drogas de Santiago.
Pimentel García, que tiene tres sometimientos por narcotráfico en los archivos de la DNCD, logró estructurar una red de sicarios y controlaba numerosos negocios que funcionan en varias cárceles del país, al igual que “Nino come mezcla”.
SECUELAS DE LAS PUGNAS
Otros enfrentamientos entre bandas rivales que han ocurrido en el país son las de Jesús Pascual Cordero Martínez (El Chino); el fallecido Manuel Mesa Beltré (El Gringo), y César Emilio Peralta (César el Abusador), este último extraditado de Colombia a Estados Unidos.
Igualmente, el comerciante monteplateño Winston Rizik Rodríguez (El Gallero) y Pascual Cabrera, quienes guardan prisión en el país por narcotráfico y lavado de activos.
Sus enfrentamientos han provocado las muertes de miembros de las bandas rivales.
EL CHINO Y EL GRINDO
Mesa Beltré, condenado en mayo de 2019 a 30 años de prisión por narcotráfico y lavado de activos, mantenía un enfrentamiento violento con Cordero Martínez, por la muerte de varias personas.
Mesa Beltré, acusaba a El Chino de haber ordenado la muerte de su hermano Silverio Mesa Beltré, ocurrido en noviembre de 2017 en la urbanización Ralma, del sector Villa Faro, en Santo Domingo Este.
Silverio Mesa Beltré era, presuntamente, el contable de la red que comandaba El Gringo, tras su separación de El Chino.
En tanto, El Chino acusó a El Gringo de haber ordenado el asesinato de su hijo, Yeri Pascual Cordero Sosa, muerto en 2020, junto a un amigo, en la avenida 27 de Febrero, tras salir de una discoteca donde había celebrado su cumpleaños.
El Chino también acusa de la muerte de su hijo a César Emilio Peralta (César El Abusador).
También, El Chino, a través de un video colgado en las redes sociales, acusó al dirigente político Guido Gómez Mazara de patrocinar el asesinato de Cordero Sosa, su hijo, al ayudar a César El Abusador y a El Gringo.
Sin embargo, El Chino emitió luego otro video para disculparse con el político.
EL CHINO ADMITE SU «VIL CALUMNIA»
“Tal vez Dios me dio la fuerza y la valentía de arrepentirme de tan vil calumnia que le levanté a ese próspero empresario; le pido perdón a su familia y a él. Siempre quise ser como usted Guido Gómez Mazara”.
El Chino fue detenido el 21 de diciembre de 2015 cuando visitó la clínica Rodríguez Santos, en el Distrito Nacional, para hacerse chequeos médicos.
Un tribunal de La Altagracia lo condenó a cinco años de prisión, en 2018.
En su momento, las autoridades lo acusaron de amasar una fortuna de 300 millones de pesos en bienes e inmuebles y de ser el presunto cabecilla de una red de narcotráfico que ingresaba cocaína al país, procedente de Perú.
El 18 de mayo de 2019, Mesa Beltré fue condenado por el Primer Tribunal Colegiado de la provincia Santo Domingo a 30 años de prisión, por dirigir una organización criminal de tráfico internacional de drogas y lavado de activos.
Fue señalado como “el rey del microtráfico” y estuvo vinculado al capo Figueroa Agosto.
La sorpresiva muerte de “El Gringo” se produjo en el hospital Doctor Rafael J. Mañón, de San Cristóbal, el 19 de noviembre de 2021, donde fue llevado grave, desde la cárcel de Najayo, con complicaciones renales. Allí murió de un infarto.
CABRERA CONTRA RIZIK
Rizik Rodríguez declaró que su enemistad con Jesús Pascual se originó porque impidió que Cabrera matara a su amigo, Sergio Moya, lo que provocó que fuera objeto de varios intentos de asesinato.
Esto, sumado al arresto y extradición, en 2011, del exconvicto por narcotráfico Ramón Antonio del Rosario Puente (Toño Leña), ya que el control de las operaciones de narcotráfico en la región Este pasó a ser disputado por Cabrera Ruiz y Rizik Rodríguez.
Esa disputa cobró la vida de decenas de personas que estaban ligadas a esas redes. Algunos fueron asesinados por encargo mientras otros cayeron en batallas campales.
Entre los asesinatos por encargo que la Policía atribuye a Pascual Cabrera figura la muerte del ingeniero Wilson Alejandro Amparo Luna, de 30 años, el 21 de enero de 2010, en Los Cacicazgo, al confundirlo con Winston Rizik.
Asimismo, se le atribuye la muerte de Diómedes Melenciano Castillo, y Daniel Hernández Payano (Moreno), el 7 de junio de 2009, en el sector de Villa Juana. También figura el asesinato de Víctor José Pérez Diverge (Vitico), de 40 años, el 24 de diciembre de 2009, en el ensanche Naco.
SIETE CRÍMENES TIPO SICARIATO
Según la Policía, la banda de sicarios al servicio de Cabrera Ruíz la integran Juan Carlos Jiménez Espiritusanto (Marucha o Mochy), Richard Bolívar Encarnación Reyes (Manga Larga), un tal Boli. Además eran miembros de la banda Basilio Pérez Cuevas y/o José Pérez Cuevas y Kelvin Antonio Ramírez Castro, estos dos muertos a tiros por la Policía, mataron a siete personas por encargo.
Rizik Rodríguez, quien escapó de una cárcel en Florida, ha estado en prisión en un par de oportunidades y también ha escapado a varios intentos de asesinato, en uno de los cuales cayó abatido un ingeniero que tenía un gran parecido físico con este.
Mientras, Cabrera Ruiz fue considerado, hasta su captura en 2016, el narco más buscado en el país.
Cabrera Ruiz era mencionado como uno de los principales enlaces en el país de los narcotraficantes José David Figueroa Agosto y de Toño Leña.