La decisión de la representante de la cartera de la Economía Social y Solidaria y de la Vida Asociativa de ser fotografiada y conceder una entrevista a la revista erótica ha creado controversia hasta en el propio gobierno francés.
¿Están las cosas en Francia como para que un miembro del gobierno pose en Playboy? En medio de las interminables protestas contra la reforma del sistema de pensiones, de reivindicaciones feministas y una popularidad en caída del Ejecutivo hay quienes se hacen la pregunta.
La respuesta en todo caso para secretaria de Estado Marlène Schiappa es afirmativa, ya que ha decidido mostrarse en la revista erótica, a la que ha concedido una larga entrevista.
Schiappa, de 40 años y responsable de la Economía Social y Solidaria y de la Vida Asociativa, posa con un vestido blanco y habla sobre los derechos de las mujeres, la política y la literatura en el número de la revista para adultos, que aparecerá el jueves.
«Defender el derecho de las mujeres a disponer de su propio cuerpo se hace siempre y en todas partes. En Francia, las mujeres son libres», tuiteó el fin de semana la mediática funcionaria, también autora de libros eróticos y muy activa en las redes sociales.
Para el editor de la revista, Schiappa es la política «más compatible con ‘Playboy'», porque está comprometida con los derechos de las mujeres y entendió que Playboy ya no es una publicación para viejos machistas, sino que puede ser un instrumento de la causa feminista».
Este parecer no es compartido por todos, empezando por la primera ministra, Élisabeth Borne, quien la llamó por teléfono para decirle que consideraba «del todo inapropiada» su aparición en la revista, en el actual contexto de tensión por una impopular reforma de las pensiones, según su entorno.
Francia registra protestas masivas contra el retraso de la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y el aumento de la cotización a 43 años para 2027 para cobrar una pensión completa, que el presidente liberal Emmanuel Macron adoptó por decreto.
«Hay que suscribirse a Playboy»
La oposición de izquierda criticó así la estrategia de comunicación del gobierno, después que el ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, apareciera en la revista Têtu, orientada al colectivo LGTBI, y Macron hablara con la revista infantil Pif Gadget.
«Estamos en plena crisis social (…) y tengo la impresión que hay una cortina de humo entre Têtu, Pif Gadget y Playboy», lamentó en la cadena BFMTV la diputada ecofeminista Sandrine Rousseau. «Francia descarrila», según el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon.
«En un país donde el presidente habla en Pif y su ministro Schiappa en Playboy, el problema sería la oposición. Francia se está descarrilando», tuiteó el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon.
Fabien Roussel, secretario nacional del PCF, ironizó: «No basta con suscribirse a Pif para conocer las intenciones del Gobierno, también hay que suscribirse a Playboy…»