El primer coordinador de la estructura que se dedicaba al cobro irregular a bancas de lotería, deportivas y colmadones con máquinas tragamonedas, dijo en los interrogatorios que las bancas del entonces senador Antonio Cruz eran intocables.
Fernando Crisóstomo recalcó que a la única persona que no le cobraban, por órdenes de Ramón Emilio Jiménez (Mimilo), era al exsenador de la provincia Santiago Rodríguez, Antonio Cruz.
“Sí, la de Antonio Cruz porque era un senador, eso salió de una reunión con Mimilo Jiménez”, dijo cuando se le preguntó si había órdenes de no cobrarle a algún consorcio de bancas de apuestas.
Antonio Cruz fue senador por el Partido de la Liberación Dominicana.
Ramón Emilio Jiménez “Mimilo”, otro de los delatores del caso, fue preguntado sobre cuáles banqueros y propietarios de colmados hacían los pagos porque estaban operando bancas ilegales, y así evitar le hicieran operativos.
Dijo que entre los que recordaba estaba Loteka, que pagaba 5 millones y llegó hasta 8 millones; también Loto Real, “eso eran grandísimo pero solo pagaban 900,000 pesos. Orlando Martínez era otro de los que pagaba pero no aportó los detalles de los montos.
Fernando Crisóstomo fue el primer jefe de esa estructura de cobros. El segundo lo fue el diputado Sergio Moya de la Cruz “Gorys”, del Partido Revolucionario Moderno.
Dijo que conoció a parte de los que serían miembros de la estructura años antes que se materializara. Primero conoció a José Arturo Ureña mediante Miguel Azar Fondeur, quien para ese entonces tenía problemas financieros. Y Ureña fue quien posteriormente le presentó a Ramón Emilio Jiménez (Mimilo), entre 2015 y 2016. ¨Lo conocí por primera vez en la Oficina de Conrad de Pittaluga. Yo estaba ahí porque fui a buscar una asamblea de Bluecord para el segundo pago de la deuda de José Arturo, puede decirse que a partir de ahí mantuvimos una relación de amistad, Mimilo Jiménez duró un tiempo para decir que pasamos a ser amigos¨, indicó.
Crisóstomo, que funge como uno de los testigos en la Operación Calamar, señala que le presentó un proyecto para realizar un levantamiento de todos los puntos de ventas de lotería y máquinas tragamonedas, al también testigo Mimilo, quien tenía poder en el Ministerio de Hacienda, pero no trabajaba en esa dependencia del Estado.
La estructura que llevaba el nombre de “Proyecto o el Programa” empezó a funcionar desde el 2016, con el aval de la Dirección de Casino y Juegos de Azar. La forma que ejecutaron para adquirir el dinero era realizar operativos en los diferentes sectores y de esta forma presionar a los banqueros a que se acercaran a ellos y acordar un pago mensual.