Aún sin controlar continúa el brote de cólera que afecta a varios sectores del Gran Santo Domingo con el aporte de nuevos casos cada semana, permaneciendo ayer hospitalizados 12 pacientes con síntomas sospechosos de la enfermedad.
La mayoría de los nuevos casos que se reportan en las últimas semanas proceden de los sectores Villa Francisca y Luperón en el Distrito Nacional, así como de Los Solares de El Almirante en Santo Domingo Este, luego de que fuera controlado el primer brote de la enfermedad diarreica que afectó a los residentes en La Zurza.
Esta semana el Ministerio de Salud Pública informó la confirmación de seis nuevos casos positivos de la enfermedad diarreica en residentes en esos sectores, mientras la Dirección de Hospitales del Servicio Nacional de Salud (SNS) reportó la permanencia ayer de 12 pacientes hospitalizados con sospecha de la enfermedad.
Con estos, se elevan a 77 los pacientes diagnosticados desde octubre pasado hasta la fecha, luego de que se detectara el primer caso importado procedente de un brote que afecta a Haití y que ha provocado decenas de muertes en esa población.
Siete de los pacientes hospitalizados con síntomas de cólera están ingresados en el hospital Félix María Goico, tres en El Almirante, uno en el Salvador B. Gautier y uno en el Francisco Moscoso Puello.
El informe de Salud Pública indica que estos nuevos casos confirmados corresponden a cinco masculinos de 73, 60, 57, 50, 19 años de edad y una femenina de 25 años, todos dominicanos.
Explica que los pacientes fueron ingresados entre el 17 y 19 de este mes, luego de presentar diarrea acuosa y blanquecina acompañada de vómitos. El reporte médico certifica que los seis pacientes llevan más 36 horas sin evacuaciones, manteniéndose estables, y de buen ánimo, permaneciendo ingresados para fines de observación.
Las autoridades sanitarias indican que las Direcciones de Áreas de Salud I, II, IV, V, junto al Viceministerio de Salud Colectiva y su Dirección de Epidemiología y la Dirección de Gestión de Riesgos del Ministerio mantienen el cerco epidemiológico con los familiares cercanos.
Además de la intervención permanente en las zonas para detectar, prevenir e investigar cualquier caso sospechoso de la enfermedad y para tratar cualquier emergencia que pudiere presentarse en los sectores identificados.