“Ay, mi niña, me la quitaron, ya yo no la tengo”, este era el grito desesperado de Teresa Mera, madre de Shakira Ventura, mientras esperaba la entrega del cuerpo de su hija a las afueras de Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) de Santiago.
Shakira era la más pequeña de 5 hermanos y u madre la describe como “bien alegre, siempre tenía una sonrisa y era amigable con todo el mundo”.
La adolescente, de 16 años, se encontraba cursando el segundo grado de bachillerato, y trabajaba con su hermana, Dorka Valerio, en una tienda. Hace cinco meses, de acuerdo a su familia, esta se había ido con un joven mayor de edad, pero luego se mudó sola en el municipio de Villa González, provincia Santiago.
Una de las amigas cercanas de Shakira dio la señal de alarma al no tener comunicación con la fallecida desde el domingo 25 de diciembre, lo que provocó la alerta en su familia.
Dorka, acompañada de la expareja de la hoy occisa, se dirigieron a la casa donde esta residía sola, luego de la separación. Ante la falta de respuesta forcejearon la puerta, encontrando el cadáver de su pariente.
La encontraron en estado de descomposición, sin ningún signo de aparente violencia y junto a ella su celular y un cuchillo, aunque este no presenta señal de haberse utilizado.
Sus familiares aseguran que la adolescente no mostraba indicios de padecer depresión.
Sus parientes darán sepultura a al cuerpo de Shakira hoy en el cementerio Cristo Vivo del sector El Ingenio, en Santiago Oeste.
La familia está en espera de los resultados de la autopsia para confirmar la causa de la muerte.