«Mi mamá tuvo dos grandes amores: ese hombre (Hipólito Mejía) y su familia», así se expresó este miércoles Ramón Hipólito Mejía durante la misa de cuerpo presente de su madre doña Rosa Gómez, quien falleció el pasado lunes de un infarto.
El hijo mayor del expresidente de la República, Hipólito Mejía, agradeció a los presentes por acompañarlos en estos dos días y resistir «todo lo que ha pasado».
«Yo nunca me imaginé, aunque sí supe y sabía, que la que siempre conseguía una votación unánime en mi casa y en mi barrio era mi madre, pero jamás me imaginé la alta popularidad, como la gente se volcó para venir».
Agregó «Algunos decían que Lisa era su preferida, pero otros que era Carolina; muchos decían que Felipe se le parecía mucho, y me decían que era el «Pipipi» Gómez; otros que era William, que llegó de último y claro, yo siempre me quise creer que era yo. Pero lo importante de eso era que ella tenía la magia de saber sentir a cada quien, a cada ser humano como un ser especial»
Dijo que su padre, el exmandatario Hipólito, era para doña Rosa el centro de la familia.
Destacó la unidad familiar que profesaba su madre, a quien definió como una amiga de todos sus familiares.
Mientras que la hija menor Lissa Mejía definió a su progenitora como una mujer noble y solidaria.
«Pensar que ya no hablaremos, que no me visitarás en la oficina, que no estarás en tu casa, que no te volveremos a ver ni sentir tus caricias amorosas. Celebro tu vida y el tiempo que estuvimos», expresó.