No me cabe la menor duda que para las elecciones del 2024 le será casi imposible a cualquiera de las tres fuerzas predominantes en el espectro político, hoy el PRM, Leonel y el PLD, ganar las elecciones en la primera vuelta, he explicado en varios artículos anteriores el por qué se repetirá, no tal vez en los mismos porcentajes, los escenarios que se presentaron en los comicios del año 1996 y en el 2000.
En nuestro país la política pocas veces ha sido racional, es por eso que al analizar históricamente el intransigente liderazgo opositor nos damos cuentas que nadie cede en el tiempo adecuado y preciso, es por esto que cuando se deciden hacerlo es casi siempre tarde cuando pierden el “time”, que es cuando los resultados electorales muestran el fracaso de las estrategias opositoras.
Eso sucedió en las elecciones del año 1990, y se volvió a repetir en el 1994, cuando un acuerdo PLD-PRD o viceversa, hubiera llevado al poder a los auténticos líderes de ambos partidos.
Al parecer las diferencias insalvables entre una parte de la cúpula del PLD y el leonelismo se mantendrá, y son varias las razones por las cuales ese diferendo existe incomprensiblemente al día de hoy, pero para que tenga validez objetiva nuestra opinión, debemos explicarlo y verlos desde ambas ópticas: la posición de la alta dirigencia morada y el punto de vista de los pueblistas, veamos:
- La radicalización del conflicto generó una desconexión entre compañeros y amigos de toda una vida, entre estos, existen algunos que cruzaron la raya de pizarro, llegando hasta lo personal contra Leonel, y están tan comprometidos con acciones “no santas” en el pasado contra él, que no saben cómo devolverse y destilan su animadversión, en el interés de que no exista fórmula de unidad con el leonelismo, a no ser que sea para apoyarlos a ellos.
- Danilo Medina depende principalmente de los aspirantes presidenciales, para tratar de entusiasmar la anquilosada y avergonzada maquinaria morada, ya que él está personalmente contra las cuerdas, producto de las acciones del inquisitorio Ministerio Público. En adicción, está el celo partidario, que se utiliza como justificación para poner piedras a un acuerdo por la postulación presidencial, puesto que argumentan los de la cúpula, que ellos no deben apoyar a uno que no pertenezca orgánicamente al PLD.
- En la Fuerza del Pueblo existe un sentimiento de enfado real contra la cúpula del PLD, que en el poder se pasaron, haciendo alevosas diabluras en contra de su líder, más sentido de enojo aún tienen los pueblistas por esas sinuosas acciones después que en las elecciones del 2012 desde la Presidencia de la República y en el 2016 en la máxima posición del partido, el leonelismo les apoyó.
La cúpula antileonelista sumada al interés personal de los aspirantes presidenciales impondrán la selección unilateral del candidato presidencial del PLD, al margen de un inexcusable acuerdo de unidad de todas las fuerzas opositoras, lo hacen para evitar que el expresidente Fernández pudiese convertirse en su candidato presidencial por medio de lo que manda el librito, la celebración de unas inteligentes y necesarias primarias de coalición, donde tuviesen derecho a participar todos los precandidatos presidenciales de los partidos desafectos al Gobierno del Cambio.
Es inminente la pugna por la clasificación en el balotaje de la primera vuelta electoral de mayo del 2024, en ella tiene su pase asegurado a la misma el presidente Luis Abinader, porque el voto gobierno tiene un piso comprobado que oscila entre un 33 a un 38% de votos, que no importando la situación votarán por la fórmula oficialista, ese es un voto duro y clientelar de la nómina pública, y de una gran parte de los beneficiarios de los programas sociales del gobierno, ahora queda por definir quién pasará a la segunda vuelta entre el PLD y la Fuerza del Pueblo, trataré de ser lo más objetivo posible y presentaré las ventajas que tendrán cada una de las dos opciones opositoras, para que el lector haga sus propios juicios y cálculos sobre quién tendría mayores posibilidades de ser escogido por el soberano, a los fines de enfrentarse en las madres de la batallas, en la segunda vuelta electoral al Presidente en ejercicio, Luis Abinader, a saber:
- Ventajas del PLD :
- Si bien es cierto que la franquicia PLD está vapuleada y cuestionada, es la marca electoral más exitosa del país en toda su historia, con la envidiable racha de 7 victorias en procesos comiciales, presidenciales, congresuales y municipales;
- El PLD tiene por mucho una mayor representación congresual y municipal que la Fuerza del Pueblo;
- Tiene el PLD una gran pléyade de jóvenes y mujeres, que son buenos dirigentes en su alta dirección, sobre todo en el agrandado Comité Central de esa organización;
- El PLD es visto, siendo sincero, como el principal partido de la oposición, porque es el antagonista principal del Gobierno del Cambio;
- El dejar abierto la inscripción a cualquier dirigente para que pueda aspirar a la candidatura presidencial es un plus evidente para el PLD, porque tiene más frentes de visualización en búsqueda de votos que la Fuerza del Pueblo, que tiene como candidato único a Leonel Fernández;
- La victimización es una herramienta electoral importante ante la oleada de acciones persecutorias anticorrupción que lleva el Ministerio Público del Gobierno del Cambio, esto en algún momento pudiese beneficiar electoralmente a los peledeístas, en una emocional franja de ciudadanía que difieren y ven mal las acciones coercitiva de los gobiernos;
- Las obras tangibles a presentar de los 20 años de las gestiones gubernamentales del PLD, en todos los aspectos, el institucional, social y de infraestructura, es enorme y es posible que esto le pudiese beneficiar como al doctor Joaquín Balaguer, que en el 1986 venció al todopoderoso PRD gobernante, con la acertada campaña “esto lo hizo Balaguer”; y
- Al parecer, por lo que demuestran los operativos anticorrupción las alforjas de una parte del alto funcionarato peledeísta y de sus aliados empresariales están llenas e inteligentemente encaletadas, pero que en su momento saldrán a financiar la campaña morada para tratar de clasificar como dé lugar, tal vez, por el equivocado entendido de que la base leonelista, también, sufriendo los rigores propios de la oposición, le votarían cuasi obligados a favor a estos en una virtual segunda vuelta si ellos clasificasen, está más que comprobado que el dinero en campaña es un factor importantísimo en un electorado sumamente clientelar como el que tenemos, por lo visto en el pasado se pudiera decir que esta es una ostensible ventaja.
- Ventajas de Leonel Fernández
- Observarán que la equiparación que hago no es con el partido Fuerza del Pueblo sino con quien será su candidato presidencial, porque hasta ahora todas las encuestas demuestran que Leonel es en sí una marca superior por mucho en apoyos a los que tiene su partido, en nuestro país por antecedentes electorales anteriores, se demuestra que se vota más por el candidato que por el partido que lo postula;
- El llevar como candidato presidencial a un expresidente de la República es una ventaja, porque en tres gestiones en la que nos gobernó, Leonel forjó una serie de vínculos con todos los sectores de la sociedad: civil y militar, igualmente con los poderes fácticos de la Nación, éste cobrara la deuda de gratitud de una gran parte de los beneficiarios de su accionar al frente del Estado, que le votarán;
- Leonel es un internacionalista, tiene una inmensa relaciones internacionales que en un mundo globalizado como el que vivimos hoy, le será fundamental para él posicionar su proyecto, y para venderle al electorado que él tiene las llaves para sacar al país de la crisis en que lo dejará como secuela la pandemia;
- Leonel no tiene arriba el inquisitorio Ministerio Público ni a los indignados digitales, que aunque le hacen frecuentes críticas a algunos de lo que eran funcionarios de sus gobiernos, nadie ha acusado hasta ahora en lo personal a Leonel ni tampoco a ninguno de sus familiares de que estos se hayan beneficiado de manera alguna de su paso por el Palacio Nacional, algo que tendrá mucho peso en una franja crítica del electorado;
- Leonel no tiene problemas con la base morada, solo con una parte de su cúpula, si en una acción inteligente la militancia peledeísta observa que es con Leonel que la oposición puede ganar, un porcentaje importante de peledeístas, se verían tentados a votar por él desde la primera vuelta y si clasifica a la segunda le votaría adicionalmente todo el resto, ya que el voto peledeísta es radicalmente antigobierno;
- Leonel tiene una sólida relación con los partidos políticos, a diferencias de las pésimas que tiene hoy el PLD, que a la mayoría de sus aliados políticos en las últimas dos gestiones ninguneo, terminando por echarlos del mismo gobierno, Leonel y Luis, no lo duden, tendrán el apoyo de la casi totalidad de los partidos, esto le dará ventajas, porque tendrán mayor visualización en la boleta electoral, porque aparecerán sus caras en más recuadros por mucho del que será el abanderado peledeísta; y
- Leonel, aunque es de oposición, mantiene una relación armoniosa y de respeto con el PRM, que lo convierte en su mal menor, ante una inminente salida del gobierno, es por ello que una franja importante de disgustados perremeístas le respaldarían, lo que ni muertos harían nunca por el PLD, por más diferencias que tengan con la cúpula del Gobierno del Cambio, igualmente le votarán una buena parte de la ciudadanía crítica digital que apoyo al PRM en el 2020, pero que en parte se convertirá en opositora, a efecto de las terribles secuelas económicas que produce los aumentos del costo de la vida por la pandemia del COVID-19, pero estos tienen diferencias insalvables con el PLD, ya que han sido un látigo para la cúpula morada, exigiendo el cese de la impunidad y que lleven a los exfuncionarios peledeístas, sus familiares y asociados a la cárcel.
Cómo verán estás son las ventajas de las dos opciones opositoras que se presentaran al electorado, salvo que se presenten imponderables que justo es de reconocer se puedan dar, como que aparezca una cuarta opción, que les pueda crear problemas estratégicos a las tres opciones partidarias existentes, cosa que el mundo de hoy por los antecedentes que estamos viendo no es nada descartable, es innegable que ambas tienen sus ventajas y sus serias desventajas, y será el tiempo el que irá aclarando el panorama electoral del 2024.
Aunque soy personalmente de los que creo que Leonel Fernández por la tendencia electoral que se está dando en la era del Covid, me luce que pudiera ser el que clasifique en representación de la oposición, Abinader y las opciones peledeístas están más comprometidos con el status quo y son exageradamente conservadores, cosa que les desfavorecerá, porque el mensaje que se está imponiendo es de izquierda, que está en alza en todo el mundo, y Leonel aunque no lo es, se acerca más a la propuesta que está en boga, por el cuestionamiento al capitalismo salvaje que ha mostrado ser la peor cara en esta epidemia, ya que se ha confirmado que la mayoría de los gobiernos y las oligarquías solo le sirven al capital y no a la gente, por eso es que las poblaciones más seriamente afectadas y con mayor cantidad de fallecidos paradójicamente son de los países con las economías más sólidas, que se dedicaron a hacer más dinero, pero se despreocuparon en garantizar servicios públicos de salud eficientes para su pueblo, y ahí están las consecuencias, los números no mienten.
Es posible que los de una visión más tradicionalista y menos reformadora que la mía, entiendan que la franquicia PLD tendría más chance, apegados a la verdad histórica, puede que sea así, porque los electores en el ayer han hurgado en su pasado más reciente, y le han votado para salir de los gobiernos de turno, así pasó en el 1986 con la vuelta del doctor Balaguer y en el 2004 con la llegada nueva vez al Palacio Nacional del PLD, de las manos de Leonel Fernández.
Dos opciones y visiones contrapuestas opositoras ambas, entrarán más rápido de lo que esperábamos en la pugna por la clasificación, que se convertirá en un verdadero campo de guerra, en el supuesto entendido que el de la oposición que logre obtener su pase a la segunda vuelta, compactaría el voto opositor en está y ganaría, cosa que pudiese ser así, claro, si los estrategas de la reelección insisten en no buscar desde ahora un acercamiento prudente e inteligente con el leonelismo, insistiendo en apostar ganar en la primera vuelta, que los dejaría sin aliados para la segunda, y entonces, a efecto de una especie de solidaridad opositora que se daría no importando cuál de las opciones opositora clasificaría, las bases de la otra en la segunda vuelta electoral les apoyaría.