Un gran número de jefes de Estado y de gobierno —157— dicen que planean asistir en septiembre a la reunión de líderes mundiales en la Asamblea General de la ONU de este año, la primera que será totalmente presencial desde que comenzó la pandemia de COVID-19 a principios de 2020.
Entre los 104 jefes de Estado que figuran en la lista preliminar de oradores se encuentran el presidente de Estados Unidos, Joe Biden; el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy; el rey Abdullah II de Jordania, y los presidentes de Irán, Francia, Brasil, Colombia, Corea del Sur, Sudáfrica, Egipto y Venezuela.
Entre los 53 jefes de gobierno que figuran en la lista están el todavía no elegido nuevo primer ministro del Reino Unido, el canciller alemán Olaf Scholz y los primeros ministros de Japón, Israel, Irak y Pakistán.
China enviará a su viceprimer ministro y Rusia a un ministro, probablemente el de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov, quien ha representado al país en los últimos años.
Los palestinos son un Estado que no es miembro de las Naciones Unidas y su presidente, Mahmud Abás, también está en la lista de ponentes, al igual que el jefe de gobierno de la Santa Sede, observador permanente de las Naciones Unidas.
En septiembre de 2020, la pandemia impidió por primera vez en los 75 años de historia de las Naciones Unidas que los mandatarios acudieran a Nueva York para su reunión anual.
En su lugar, sus intervenciones pregrabadas se mostraban en el Salón de la Asamblea General, presentadas por un único diplomático de cada país.
El año pasado, la ONU decidió adoptar un formato híbrido, que permitiera a los líderes mundiales asistir a la reunión anual en persona, o pronunciar discursos pregrabados si las restricciones por el COVID-19 les impedían viajar, opción que eligieron 72 líderes.
La vocera de la Asamblea General, Paulina Kubiak, dijo el martes que este año no se permitirán discursos pregrabados.
A pesar de la persistencia de la pandemia, la lista provisional de oradores publicada el lunes por la noche deja claro que más del 80% de los gobernantes de los 193 países que integran la ONU quieren acudir a la cita anual en persona y participar en muchas de las reuniones y conversaciones extraoficiales en las que se abordan muchos asuntos internacionales.
Este año, los mandatarios y ministros tendrán que hacer frente a nuevos y preocupantes problemas: la guerra en Ucrania, una crisis alimentaria mundial que ha dejado a millones de personas en situación de hambruna, la fuerte inflación y el aumento de los precios de los alimentos y la energía, además de un calor sin precedentes en muchas partes del mundo.